La foto del mercado laboral en España a cierre de agosto ha presentado señales alarmantes. La afiliación a la Seguridad Social se derrumbó en 199.300 personas, lo que constituye una caída histórica, la tercera más intensa de los últimos diecisiete años.
Esta regresión deja el número de cotizantes en 21.666.203 y coincide con un repunte del desempleo, que suma 21.905 parados más, alcanzando los 2.426.511 registro.
Al mismo tiempo emerge un fenómeno que desliza otra capa de precariedad laboral: el pluriempleo. Aunque representa una fracción de los trabajadores, alcanza cifras elevadas que, al sumarse con el desempleo, revelan una holgura laboral preocupante.
Y en este escenario también aparecen los fijos discontinuos inactivos: más de 830 000 personas que, pese a estar registradas como ocupadas, no trabajan ese mes; se desglosa entre quienes descansan por baja, vacaciones o suspensiones y los que simplemente no prestan servicio.
El desempleo sube mientras la afiliación se desploma
El golpe a la afiliación marca agosto de 2025 como uno de los peores meses desde 2008. La pérdida de casi 200.000 cotizantes supera largamente los retrocesos ordinarios del verano y refleja la caducidad masiva de empleos temporales, especialmente en educación, donde 75.869 docentes perdieron su contrato ese mismo mes.
El desempleo, aunque elevado, sigue estando en niveles bajos para un mes de agosto —el más bajo desde 2007— pero el descenso interanual no apacigua el golpe estacional.
El aumento del paro es particularmente significativo entre jóvenes y mujeres, así como en las regiones de Cataluña, Madrid y Euskadi. Además, la afiliación anual sigue positiva (con casi medio millón de afiliados más que hace un año), lo cual evidencia un crecimiento de fondo, aunque irregular y vulnerable
Pluriempleo elevado y fijos discontinuos inactivos
El dato del pluriempleo —la cantidad de personas con más de un vínculo laboral— ha alcanzado ya niveles históricos. El promedio de afiliados en pluriactividad en 2024 fue de 847.150 personas al mes, el 4% del total de cotizantes, cifra que supera ampliamente los registros previos a la Gran Recesión.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), unos 585 800 trabajadores declararon tener un segundo empleo, cifra que ha crecido un 43% en la última década.
Sin embargo, en 2025 el pluriempleo también ha comenzado a declinar. Durante el primer trimestre del año, la cifra de personas con un empleo adicional se redujo a 537 700, la más baja desde 2022, representando una caída del 9,1% interanual.
Este descenso se concentra entre asalariados, mientras los autónomos en pluriactividad aumentan un 6,5 %. Esta evolución sugiere que el fenómeno, aunque aún alto, podría estar moderándose.
Desglose de los fijos discontinuos inactivos
Dentro de las más de 830 000 personas clasificadas como fijos discontinuos inactivos, algunos están en baja médica, descanso vacacional o suspensión temporal, y otros no trabajan por falta de convocatorias o servicios en este periodo.
No todas esas personas realizaron actividad laboral en agosto, aunque sí permanecen afiliadas. Este fenómeno distorsiona parcialmente la percepción de ocupación y hace más compleja la lectura real del mercado.
¿Es siempre malo que caigan autónomos?
Entre julio y agosto desaparecieron 15 000 autónomos del registro de cotización. Aunque en principio una caída puede interpretarse como mala señal, no siempre lo es.
Una disminución puede reflejar el cierre de actividades insostenibles, el tránsito hacia empleos empleados, o regularización de actividades informales.
También puede indicar que algunos autónomos abandonan el registro pero siguen trabajando precarizados o en economía sumergida.
El impacto de esta caída depende del contexto: si obedece a eliminación de actividad económica real, es preocupante; si refleja una puesta en orden de la afiliación o reducción de emprendedores ficticios, puede leerse como un ajuste positivo.
Eso sí, récords dolorosos en paro
España ha alcanzado tasas de paro juvenil y general que superan por primera vez a Grecia, ubicándose como la nación con mayor desempleo en Europa. Asimismo, la holgura laboral, expresada en desempleo oculto, pluriempleo y fijos discontinuos inactivos, es la más elevada del continente, aunque muestra señales de desaceleración en ciertos componentes.
En países como Alemania, los famosos minijobs cumplen una función similar a los pluriempleos aquí, pero están regulados bajo otro marco que permite flexibilidad con menos precariedad. Aunque ese modelo no debe copiarse directamente, sí destaca que mercados laborales más estructurados pueden contener mejor los efectos adversos del trabajo fragmentado.
El conjunto de indicadores refleja una situación dual: por un lado, crece la ocupación, pero la pérdida estacional de afiliación y el repunte del paro dejan al descubierto una fragilidad del mercado laboral que aún tiene mucho que decir en este 2025.
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