El gigante de los cafés en EEUU (bueno, y en casi todos los países desarrollados) ha decidido cerrar 600 tiendas en dicho país para hacer frente a los problemas económicos con los que se está enfrentando. La medida supondrá la eliminación de 12.000 empleos y además se suspenden los planes de abrir los locales que estaban previstos para este año. Todo esto, como digo, en EEUU, de donde provienen la mayoría de sus ingresos.
Pero, ¿el problema viene realmente de la crisis económica a la que nos enfrentamos? Bueno, es más que posible, pero también tiene que ver con que cada vez se está encontrando con una competencia más feroz. No es un modelo de negocio muy difícil de copiar: cafeterías agradables, cafés dulces y con mucha nata y sobretodo ubicaciones buenas. McDonald's le ha plantado cara y el gigante del café está sufriendo.
Los clientes además se quejan del deterioro de la calidad del café que sirven. Quizá tenga que ver con el aumento de los precios de las materias primas y el transporte: para evitar tener que subir mucho los precios (y creo recordar que los tuvieron que subir hace poco) quizá han descuidado un poco la calidad. Y eso es un crimen para una empresa que vende un servicio caro pero bueno.
Vía | El País