No es la primera vez que la Comisión Europea intenta trabajar con procedimientos que les den el máximo de poder y que consiga el mínimo de interferencia política o, mejor dicho, interferencia de cualquier forma. Su última es cambiar cómo deciden la supervisión y autorización de fusiones para consiguirlo.
El problema es que esto funciona en papel pero cuando llega un caso real, una situación en el cual algún gobierno importante le interese algo, el papel se moja. Pasó con el gobierno italiano en el caso del intento de compra de Banca Nazionale del Lavoro (BNL) por parte del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y está pasando ahora con el gobierno francés en su creación de su campeón nacional en el sector energético, con la fusión de Gaz de France (GdF) y Suez.
Cuando algo es importante para un gobierno influyente, las normas establecidas….¡por la ventana!
Vía | ABC En El Blog Salmón | Posts sobre Campeón Nacional y Posts sobre Europa