A pesar de las lluvias que esta semana han caído en España, y en algunos lugares con especial virulencia y capacidad destructiva, la situación respecto al agua en España sigue siendo complicada, con los embalses entorno al 40% de su capacidad de almacenamiento. Además de las consecuencias más directas (como las dificultades para el regadío, o las restricciones para el consumo humano), existen otras menos evidentes, pero que también afectan a nuestro bolsillo.
Efectivamente, según el presidente de Enagás, Antonio González-Adalid, la situación de sequía provoca que haya menos energía hidráulica para generar electricidad, por lo que es necesario recurrir a otros medios para producirla. En el caso que nos ocupa, la sequía puede generar un aumento de la demanda de gas natural entre el 3% y el 5%. La energía hidráulica supone entorno al 30% de la capacidad eléctrica instalada en España. Sin embargo, en los últimos meses, la producción de este tipo de energía ha caído hasta el entorno del 10% del total de energía producida, por lo que ha sido sustituída por otros medios como el gas, el fuel o las centrales de ciclo combinado.
Vía | Dinero Más información | Red Eléctrica Española Más información | Industria eléctrica y sequía: los efectos en el sistema chileno