Una de las protecciones de la nueva ley de protección del consumidor es que, por ejemplo, las líneas aéreas que ofrecen viajes tienen la obligación de ser honestos y claros. Si dicen que ofrecen algo, deben cumplir.
Esta ley da a los consumidores armas para exigir sus derechos.
No obstante, hay muchos gastos que uno tiene durante unas vacaciones que no siempre se tienen en cuenta cuando se viaja, y que no están protegidas, ya que son voluntarios.
En un reciente estudio, se desglosó los gastos de unas vacaciones y demuestra que el coste de un viaje es menos de la mitad del gasto total de unas vacaciones. Desglosa los gastos así:
- viaje, 46,25%
- gastos generales, 29,8%
- ropa, 7,2%
- excursiones, 4,5%
- seguro de viaje, 4,32%
- artículos de tocador, 2,47%
- alquiler de automóvil, 2.26%
- equipos y cosas de vacaciones (tiendas, juguetes, etc), 1,64%
- artículos eléctricos, 1.54%
No obstante, cuando se evalúa el costo de las vacaciones, hay que tener en cuenta todos los gastos, y los ahorros también.
No estar en casa por unos días ahorra gastos variables, como pueden ser los gastos en alimentación y los que se hacen, casi automáticamente, andando por la calle. Si no se gastan mientras una está de viaje, se deben deducir del gasto total de las vacaciones. Sólo los gastos marginales se deben tener en cuenta.
No obstante, parece que bajamos las defensas y, al final, nos encontramos que nuestras vacaciones nos han costado bastante más de la cuenta. La nueva ley no nos protegerá de estos.
Vía | BBC News (en inglés) y Cinco Días En El Blog Salmón | Artículos sobre Consumidores