El PIB ha caído en el primer trimestre un 0,4% por lo que oficialmente volvemos a la recesión. El consumo de los hogares y familias y una tasa de paro en torno al 24% pone de manifiesto cómo la renta disponible le está pasando una seria factura al PIB. Aunque los datos de las exportaciones muestran un comportamiento positivo pero no frenan la caída del PIB y la destrucción de empleo.
La subida del IRPF que se ha puesto en marcha y el resto de ajuste en las cuentas públicas están generando una caída en picado de la economía, caída que puede ser incluso más severa con el resto de ajuste del sector público. Ahora mismo, o nuestros dirigentes cambian prioridades y se obsesionan por el empleo o del pozo no salimos. La obsesión por el déficit es perfecta pero una tasa de paro del 24% y sin perspectivas de bajada, deberían hacer replantearse al Gobierno sus políticas en materia de empleo.
El efecto de contratación de un desempleado es un efecto positivo en las cuentas públicas por el mero saldo tributario que se origina. Un parado, es una persona que por desgracia sólo recibe recursos y no aporta y la prioridad máxima del Gobierno debería ser reducir el déficit público mediante la creación de empleo.
El ajuste de inversión en las cuentas públicas es inmediato, tanto para la recepción de cotizaciones en la Seguridad Social como para las contribuciones directas por IRPF, dejando de cobrar los correspondientes subsidios a los que esta persona tenga derecho. ¿Tan difícil es crear un pacto global por el empleo con el sector privado? ¿Estamos seguros que no es posible estimular la creación de empresas y nuevos puestos de trabajo en nuestro país que no dependan de inyecciones públicas de capital? Porque si la respuesta es sí, este país no tiene arreglo y estamos abocados a una quiebra inminente.
Más Información | Banco de España – Boletín Trimestral economía española (PDF)
En El Blog Salmón | El mercado no cree en España y apuesta por su fracaso, Vamos hacia un suicidio económico