La EPA evalúa el número de parados en 4.326.500 personas. La tasa de paro asciende a 18,83% habiendo perdido su trabajo 1,1 millones de personas en un sólo año. Si comparamos estas cifras con las presentadas por el Ministerio de Trabajo en diciembre, 3.923.603 parados, la diferencia de cifras no es de un millón, como comentaban algunos sectores, sino de unas 400.000 personas, cifras que caen dentro de las esperadas.
Respecto a la justificación del repunte mediante el aumento de economía sumergida, ambas encuestas difieren en un aumento de parados de unas 200.000 personas, teniendo en cuenta también que el INEM no contabiliza como parados aquellos que se encuentran realizando cursos de formación y similares. A pesar de las justificaciones de economía sumergida, que existir existe desde luego, este paro es insostenible para las cuentas públicas, tanto a nivel de prestaciones por desempleo, como de descenso de cotizaciones en la Seguridad Social y por supuesto, menor recaudación en impuestos de imposición directa, fundamentalmente IRPF.
Las medidas de creación de empleo no deben demorarse y llevamos dos años perdidos con alguna propuesta sobre el mercado laboral que mejore la incorporación de trabajadores al tejido productivo. No hablo de despidos baratos o similares, hablo de sistemas que permitan a las empresas acoger empleados y mejorar los indicadores de empleo, consumo familiar y gasto global. De la crisis se sale creando empleo, no con buenas palabras.
En El Blog Salmón | Creatividad para abandonar el paro, Vemos más desempleo entre los menos cualificados