Las comisiones bancarias siempre han sido una preocupación. Lo son por su cuantía, pero también por la falta de transparencia y el entendimiento que pueda tener el usuario de los servicios que se le prestan y del coste asociado a ellos.
La coalición entre finanzas y tecnología es, en ese sentido, revolucionaria. Aporta nuevos servicios y posibilidades y brinda la oportunidad de reducir costes y, por tanto, comisiones. Sin embargo, no todas las entidades se acercan a la transformación digital al mismo ritmo, sino que los neobancos como el español Rebellion juegan con la ventaja de los nativos digitales.
La subida de comisiones generalizada
Las comisiones bancarias se notan con fuerza. Lo hemos vivido en los últimos años con fondos de inversión, planes de pensiones y otras alternativas de colocación del ahorro. En muchos casos, si el cliente buscaba una opción poco arriesgada, debía enfrentarse a rentabilidades negativas una vez se habían descontado las comisiones.
Según HelpmyCash, las comisiones de las cuentas bancarias de las entidades tradicionales pueden oscilar entre 60 y 240 euros anuales
Ahora les toca el turno a las cuentas corrientes. Tras la pérdida de protagonismo de los depósitos a plazo fijo, estas han sido un "último reducto"’ de los clientes más conservadores, que no quieren grandes riesgos. Sin embargo, todo está empezando a cambiar.
El mes de junio ha marcado un pistoletazo de salida para la subida generalizada de comisiones en los grandes bancos tradicionales. De hecho, según HelpmyCash, entre las principales entidades bancarias se dan comisiones de entre 60 y 240 euros anuales.
La causa está en la comisión de mantenimiento de la cuenta. Esta retribuye servicios como la custodia de los fondos, el mantenimiento de registros informáticos, la emisión de documentación bancaria, el derecho a ordenar cargos y abonos en la cuenta o el servicio de caja.
La escapatoria de la vinculación
En general, las entidades tradicionales nos brindan la misma solución para evitar lo que se ha venido en llamar el "comisionazo": si contratamos varios servicios, quizá podamos librarnos de esos cobros bancarios. Por ejemplo, tendríamos que domiciliar la nómina o los recibos más habituales, tener una tarjeta, hacer un número de movimientos con la tarjeta o, incluso, contratar seguros, planes de pensiones, fondos…
En las entidades tradicionales, la escapatoria a las comisiones suele ser la vinculación
Está claro que, si realmente nos aportan valor, sí nos interesa contratar esos servicios. Sin embargo, son un lastre cuando nos vemos forzados a hacerlo para evitar el pago de comisiones. Un ejemplo muy sencillo es el de aquellas personas que mantienen cuentas en varios bancos. Si solo tenemos una nómina, no podemos domiciliar la mitad en cada entidad.
En general, el problema es que el cliente se ve impulsado a tomar decisiones que no quiere. Lo vemos claramente cuando la vinculación implica colocar los ahorros en alternativas que suponen más riesgos de los que estamos dispuestos a asumir. En algunos casos, hay un escalonamiento de las comisiones. Así, podemos optar por vinculaciones intermedias para pagar comisiones más reducidas; pero, de todos modos, seguiremos pagando algo.
Los neobancos como alternativa
En plena era digital, el mercado financiero ha visto nacer nuevos actores, como el mencionado Rebellion, que basan su potencial en la tecnología y el cloud. Son los neobancos o las nuevas fintech preferidas, cómo no, por los nativos digitales.
Muchos jóvenes no han conocido aquella época en la que no había móviles o solo disponían de ellos unos pocos e internet era poco menos que un proyecto. Están acostumbrados a insertar la vida digital en su día a día.
Milénicos, generación Z y T (también conocida como generación alfa, nacidos a partir de 2010) miran el mundo con unos ojos y una sensibilidad diferente. Aun así, personas de todas las edades tienen un interés especial por una nueva forma de comunicarse y un estilo de vida guiados por los datos, la conectividad y el control del usuario.
Esa filosofía tiene su correlación financiera con los neobancos. Han nacido en un entorno digital movido por los datos y el conocimiento. Lo financiero y lo tecnológico se abrazan pensando en el cliente y en la eficiencia.
Los neobancos están guiados por los bancos y el conocimiento
Estamos hablando de tecnologías escalables que permiten ofrecer un servicio con plenas garantías a un número creciente de usuarios sin que los costes variables se disparen. Sus estructuras no son tan rígidas como las de la banca tradicional y los flujos de comunicación son más limpios.
Una parte del "milagro" neobancario se debe precisamente al tipo de tecnologías empleadas. Por ejemplo, la nube permite aprovecharse de un rico ecosistema de servicios, infraestructuras, plataformas, etcétera sin necesidad de asumir una complejidad estructural que comprometa el crecimiento del neobanco. Al mismo tiempo, son capaces de ampliar servicios de forma más ágil y transparente, adaptándose más rápido a las demandas del usuario y las tendencias financieras.
Un ejemplo claro de ello es Rebellion . Como veremos más adelante, desde que en 2018 lanzara la app Rebellion Pay con una cuenta corriente online asociada a una tarjeta hasta ahora, ha acumulado más 200.000 usuarios registrados a los que ha ido brindando progresivamente servicios que facilitan la vida cotidiana de sus clientes. Entre ellos, la domiciliación de suministros o seguros, sin condición de permanencia ni cargas extras, o la novedosa compraventa de criptomonedas de la mano del neobroker europeo Bitpanda con una de las comisiones más bajas del mercado (2 %).
La banca tradicional, por su parte, tiene que lidiar día a día con costes elevados al tener que conjugar una cultura de banca física con otra digital. Además, han de responder a los cambios del entorno, que muchas veces son rápidos y desafiantes. Hay cuellos de botella y eso se traslada a costes más elevados para lograr la calidad deseada en la atención al cliente. Eso lleva a comisiones muy elevadas frente a los neobancos.
Rebellion: fluidez sin comisiones
Rebellion conjuga servicios de calidad en el día a día financiero con la ausencia de comisiones
La filosofía fintech de Rebellion, entre otros aspectos, se basa en romper la dicotomía entre vivir sin comisiones o vivir sin ataduras.
Rebellion permite unos servicios a la carta, a la medida de nuestras necesidades, sin tener que pagar el "peaje" de elevadas comisiones. Las posibilidades de tomar el control de nuestro dinerodesde el móvil de forma libre y sin comisiones con muchas:
- Hacer transferencias, recibir pagos o ingresar una nómina con un IBAN español único para cada cliente.
- Flash transfers entre usuarios de Rebellion.
- Tarjeta Mastercard gratis, sin costes de mantenimiento, para pagar o retirar del cajero sin comisiones en cualquier lugar (hasta 4 operaciones y 500 € al mes).
- Pagos contactless seguros con Google Pay y Apple Pay.
- Transacciones con location intelligence, conectadas a Google Maps y con el logotipo del comercio receptor del pago.
Está claro que son unas condiciones especialmente interesantes para un entorno pospandémico en el que la flexibilidad es la mejor herramienta en la lucha por gestionar la incertidumbre. No hay ataduras ni rígidas vinculaciones, sino un menú a la carta de opciones para el día a día financiero.
La clave: ir de la mano del cliente
La estructura escalable de los neobancos se traduce en la flexibilidad necesaria para acompañar al cliente en los cambios que necesite
La banca tradicional goza de una gran experiencia con el cliente debido a que ha sido hasta hace poco la referencia permanente de su vida financiera. Adolece, en contrapartida, de dificultades estructurales para acompañar los cambios en sus necesidades. Muchas veces, eso implica transformaciones complejas y costosas que no son sencillas de abordar en el corto plazo.
Por su parte, los neobancos tienen una enorme flexibilidad que posibilita seguir el ritmo de un cliente y que éste confíe en que su neobanco será esa mano amiga que lo acompañe en su evolución. El caso de Rebellion es muy ilustrativo. Vemos cómo ha ido aumentando los servicios con el tiempo:
- La apertura del servicio de domiciliación bancaria permite convertir su cuenta en la principal de los usuarios, en aquella en la que pagan sus suministros habituales (gas, teléfono, electricidad, agua, etcétera) o en la que abonan el alquiler, por ejemplo.
- Al convertirse en miembro principal de Mastercard desde el pasado febrero, logra un gran nivel de personalización del servicio: diferentes modalidades de tarjeta, mayores límites de saldo o suscripción a medida, entre otros.
- La vocación por la familiarización del cliente con los nuevos tiempos ha llevado a prestar el servicio de compraventa de criptomonedas. A través de la alianza con un partner como Bitpanda, los usuarios de Rebellion pueden pueden operar con las criptomonedas paás populares pagan solo un 2 % de comisiones. Se pone a su alcance la compraventa de Bitcoin, Dogecoin y Ethereum, aunque en las próximas semanas se incorporarán nuevas monedas virtuales. Además, se promociona una inversión responsable y transparente en cuanto a los beneficios y riesgos que puede conllevar la inversión en activos digitales.
- Además, ofrece exclusivas promociones en plataformas de streaming, viajes, música y supermercados. Por ejemplo, actualmente están vigentes Streaming cashback y Cashback Spotify (pagando con Rebellion, 10 % de cashback en la mensualidad de Netflix, HBO y Disney+, y un 20 % en la de Spotify Premium), Booking (4 % de reembolso en la reserva) Domiciliaciones (hasta 50 € al año por domiciliar los recibos con Rebellion) y Llena tu nevera (pagando con Rebellion, 5 % de cashback en Mercadona, Carrefour, Alcampo, Lidl, Aldi, Eroski y Consum).
Los neobancos como Rebellion están en la vanguardia no solo de una nueva forma fluida de prestar servicios bancarios (y disfrutar de las promociones asociadas), sino también en una revolución organizativa que se traslada a condiciones muy ventajosas de costes.
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