El negocio de las panaderías low cost en cifras

El negocio de las panaderías low cost en cifras
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Los negocios outlet se apoderan del panorama económico en una espiral de recesión y de subida del IVA en los productos, a la par que los sueldos se congelan. Todo ello impulsa que triunfen nuevos modelos empresariales en los que se ofertan productos básicos a precio casi de coste, a pesar de que su calidad no sea la más idónea, reduciendo al mínimo sus márgenes de beneficios. El caso de las panaderías low cost.

El negocio de las panaderías low cost surgió hace una década en la localidad valenciana de Torrent. En plena crisis económica, el propietario del honor ‘Obrador de Navarro’ se popularizó debido a que bajó el precio de la barra hasta los 20 céntimos, creando el concepto de ‘Pan anti-crisis’. Logró anticiparse a grandes supermercados y superficies, marcando una tendencia que llevará a vender una media de 15.000 barras de pan diarias.

Con el paso de los años, son numerosas las franquicias panificadoras que se han abierto en el país y que se permiten ofrecer un pan de menor tamaño y producido en serie, es decir, menos artesanal, a un coste más reducido. Y es que ante la carestía de la vida, el precio impera sobre la calidad entre los consumidores.

Según datos de la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC), las ventas de pan y bollería se elevaron en 2022 hasta un 27,5%, registrando 1.661,1 millones de euros. El sector ha conseguido consolidar su recuperación gracias a la producción de masas congeladas y se ha acercado nuevamente a los niveles de 2018. Por tanto, en 2022 se produjeron 949.754 toneladas de masas congeladas, un 5,1% más que en 2021.

La producción de pan en España en 2022 alcanzó un volumen de 745.896 toneladas, un 4,1% más que en 2021. En materia de facturación, se registró un aumento del 26,3% con respecto a los datos de 2021. Todo ello se debe a que se ha apostado por un pan low cost para poder remediar las elevadas tasas a las que están sometidos los productores.

Y es que un panadero de media ha pasado de pagar entre 2.300 y 2.500 euros de luz mensuales hasta los 8.000-9.000 euros, sumándole además el aumento de las materias primas entre un 55% y un 60%. En el informe ‘Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos den el área del euro y en España’ publicado por el Banco de España se refleja el retraso con el que la bajada de precios de las materias primas acaba repercutiendo en el consumidor final.

¿Por qué triunfan las panaderías low cost?

En este contexto de incertidumbre y de subidas económicas, cada vez son más las franquicias de panaderías low cost que, a base de reducir los costes de producción, de personal y la calidad, el tamaño y el valor nutricional de sus productos, consiguen sobrevivir.

Según datos aportados por un estudio reciente de la Asociación Española de la Franquicia (AEF), en España hay 40 franquicias de panaderías operando, con unos 1.348 establecimientos. El nivel de facturación del sector en el país es de más de 285 millones de euros, lo que confirma el potencial de crecimiento y el éxito del negocio.

El programa ‘Equipo de Investigación’ de LaSexta realizó un reportaje sobre el fenómeno de ‘La Guerra del Pan’ iniciada por Navarro al lanzar en 2013 sus barras de pan low-cost. En aquel momento, pusieron los productos en manos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para que una experta bioquímica los analizase.

Entre las conclusiones extraídas destaca que las panaderías low cost ofertan un pan catalogado como ‘pan sin sal’, ya que su contenido en sodio es mínimo. Esto implica que su sabor sea escaso. Con respecto a sus valores nutricionales, éstos son correctos, aunque el porcentaje de humedad es más bajo de lo habitual, lo que demuestra que la harina con la que está fabricado no es lo suficientemente óptima.

Por consiguiente, el resto de componentes como proteínas, hidratos de carbono o grasas son más elevados de lo habitual y se puede afirmar que el pan que ofrecen las panaderías low cost engorda más. Las conclusiones del estudio afirman que se trata de un producto de unas 280 kilocalorías por cada 100 gramos, cuando lo habitual serían unas 230-250 kilocalorías. No obstante, el pan de 20 céntimos es apto para el consumo.

El programa ‘En el punto de mira’ de Cuatro realizó también un reportaje en 2017 titulado ‘Los peligros de comer pan low cost’. En el mismo concluyeron que se trataba de un producto producido de forma más rápida, en apenas dos horas, con más azúcares y menos nutrientes. Es un pan mal hidratado, con la miga especialmente blanca y con ausencia de sabor.

Además, y apoyados por un grupo de expertos, se puede concluir que el consumo prolongado de pan low cost puede causar cefaleas, infertilidad, alopecia y distensión abdominal. Aún así, es la alternativa que les queda a los españoles para poder afrontar la carestía de la cesta de la compra.

Las claves de este servicio

Las panaderías low cost ofertan un outlet de pan enfocado en el autoservicio, siendo los clientes los encargados de buscar y escoger entre diferentes tamaños, bolsas y tipos de panes. A partir de los 0,35 euros pueden encontrarse piezas de pan.

Sin duda, es un negocio basado en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), en el que aunque se bajen los precios, se siga ofertando a las familias productos de calidad y elevado nivel nutricional. Todo pasa por la sensibilización socialen la que se vuelvan a poner en valor los niveles de calidad por encima de los precios.

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