Qué hacer con el premio de la lotería de Navidad: no pagues la hipoteca y monta una empresa

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Ayer me comprometí en los comentarios de este post a “aconsejar” qué hacer con el premio de la lotería de Navidad. Pues bien, partiendo de la base que no se pueden dar nunca consejos generales de inversión a ninguna persona sin conocer su perfil económico, formativo y financiero de manera prevía, si voy a dar unas pinceladas sobre algunas decisiones económicas para destinar el premio de la lotería de Navidad.

  • El primer consejo que yo daría siempre es no dividir el premio obtenido (supongamos 400.000 euros) y destinar como mucho un 5% del premio a caprichos o compras materiales y regalos (hablamos de 20.000 euros que ya es una cifra considerable para este capítulo).
  • El segundo consejo, no amortizar la cantidad pendiente de la hipoteca si se tiene un préstamo con unas condiciones financieras interesantes y podemos afrontar las cuotas con tranquilidad sin tener en cuenta el dinero recibido por el premio. Es decir, si mi hipoteca está a euribor + 0,5% por ejemplo y sin suelo, ahora mismo estaría pagando un tipo de interés inferior incluso a la inflación y la renta fija por ejemplo, está dando intereses mayores. Amortizar en este caso, es un error de libro.
  • El tercer consejo, evaluar la situación laboral y decidir un cambio. Aquí tenemos que tener presente si nuestro trabajo está bien retribuido y estamos contentos, situación que hace despreciable un cambio, o por contra, si estamos en un trabajo mal retribuido o incluso en paro. En estos casos, me plantearía seriamente emprender en cualquier sector que pueda desarrollar con solvencia y que pueda tener algunas perspectivas de éxito y crecimiento. Aquí, limitaría el plan de negocio a 3 años a unas necesidades máximas de 200.000 / 250.000 euros, cantidad que permite hacer muchísimas cosas.
  • En este país, emprender no es apto para cardíacos y muy pocos de los afortunados hoy, se plantearán siquiera esta posibilidad. Si eres un afortunado que no quiere complicarse la vida con empresas, autoempleo o demás, tienes que comenzar a asumir riesgos con el dinero que te ha tocado y hay que invertir.
  • Para invertir este dinero, hay que exigir una rentabilidad neta mínima, en este caso, 2 veces el IPC esperado en un año. Para nuestra economía, necesitamos como mínimo una rentabilidad neta de un 6% y sólo nos permitiría disponer del exceso del dinero conseguido sobre el IPC para no perder poder adquisitivo en el tiempo.
  • Si nos vamos a las inversiones financieras más seguras, renta fija o depósitos, veremos como esta rentabilidad es casi imposible conseguirla, por lo que tenemos que optar por la renta variable en valores cotizados que repartan dividendos anuales superiores al 6% o bien, destinar nuestras inversiones a un riesgo incluso mayor.
  • Y dentro de estas inversiones, yo me decantaría por acciones de capital-riesgo en nuevas tecnologías o empresas con un amplio recorrido o bien, pymes consolidadas que necesiten un empujón o que tengan recorrido en la economía. En ambos casos, el nivel de riesgo que se asume, puede ser inasumible para muchos afortunados.

Por último, lo que suele pasar es que las personas agraciadas están hartas de deudas de todo tipo, cancelan absolutamente todos sus préstamos y reparten el premio entre sus familiares. Con lo cual, estas familias reciben un alivio pero que no les permite cambiar sustancialmente sus vidas. ¿Qué haríais vosotros con el dinero de la lotería?

En El Blog Salmón | Cinco razones para no pagar el impuesto de los tontos: comprar lotería

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