En estos días en los que muchos de vosotros habréis contratado ya vuestro respectivo paquete vacaciones, y otros muchos estaréis decidiendo el destino dónde pasar unos días de descanso y diversión tras un curso económico complicado.
También se os plantea la tesitura de contratar o no un seguro de viaje, para cubrir ciertas contingencias que eventualmente puede producirse de manera inesperada. En el mundo se producen acontecimientos diversos que hacen que a la hora de sentarnos a sopesar nuestra decisión final pesen mucho.
Me refiero a acontecimientos como revueltas populares en los países de destino, erupciones de volcanes, enfermedades como la gripe A, o sencilla y llanamente la posibilidad de que tengamos que ser repatriados. Esta incertidumbre, es la que nos lleva a plantearnos la necesidad de contratar un seguro de asistencia en viaje.
Al margen de la necesidad que deseamos cubrir, hay que decir que para sopesar nuestra decisión final tenemos que preguntarnos dos cuestiones principales:
¿Hacia dónde viajaremos? En función del país de destino existen mayores o menores probabilidades de que la eventualidad temida acontezca, por ejemplo no es lo mismo viajar a Bélgica que a Tailandia. Siendo muy recomendable contratarlo si nuestro destino presenta poca seguridad física y jurídica.
Tarifas de los costes médicos, por ejemplo, en los Estados Unidos una simple consulta médica tiene un coste de unos 100 euros, por lo que pagando un seguro con una prima de unos 15 euros nos ahorraríamos unos gastos presumiblemente muy elevados.
También es cierto, que en la mayoría de las ocasiones desconocemos que gran parte de las coberturas las podemos tener cubiertas con otro tipo de productos que tenemos y que ignoramos, me refiero a los seguros que implícitamente tienen las tarjetas de crédito y débito con las que realizamos la compra, las coberturas derivadas de la posesión del carné 'Euro <26', y de otras pólizas como la de hogar que nos permiten una cobertura 'razonable' de la eventualidad.
Este desconocimiento nos lleva a sobre asegurarnos, desembolsando primas adicionales con el consiguiente coste que conlleva. Por ello les invito a analizar este tipo de cuestiones para así no incrementar inútilmente el coste de asegurarnos sin incrementar nuestras coberturas.
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