Si ayer hablábamos de la inexistencia de ricos en España y de que aquí sólo pagamos este impuesto los tontos, hoy os voy a explicar cómo funciona uno de los fraudes fiscales más extendidos entre los empresarios y accionistas de empresas, fundamentalmente, pequeñas y medianas. En primer lugar, estas empresas tienen que estar constituidas bajo sociedad limitada y el fraude es realmente sencillo.
Tan sumamente sencillo como que se apoya en descapitalizar las empresas sin repartir dividendos. Hablamos de empresas que han realizado sus actividades empresariales durante algunos años, han obtenido beneficios, han pagado su impuesto de sociedades y han cesado en la actividad mercantil. Una vez que han cesado en dicha actividad, la empresa se deja morir tanto registralmente como fiscalmente.
Para que veamos la historia con detalle, vamos a narrar un caso ficticio de la empresa “Ladrillos de Españistan SL”, empresa promotora. Esta empresa hizo una promoción de viviendas durante los años 2005 y 2006. La sociedad, cumplió escrupulosamente con sus obligaciones legales, acabó sus promociones, por ejemplo 100 viviendas y obtuvo un beneficio neto después de pagar todos sus impuestos de 30.000 euros por vivienda. Es decir, la empresa tiene unos 3 millones de euros en incremento de patrimonio en la sociedad, fondos que no ha repartido a sus socios vía dividendos.
Pues bien, para eliminar la sombra de la hacienda Pública, la sociedad cursa baja en actividades económicas y sus obligaciones fiscales se resumen a la presentación del impuesto de sociedades todos los años. Evidentemente, como la empresa no realiza actividad empresarial alguna, éste impuesto es cero.
La empresa también debería cumplir con la obligación del depósito de cuentas y a efectos prácticos, puede presentarlos o no. Si se incumple en la presentación, la empresa puede ser sancionada, pero a día de hoy no conozco ningún registro mercantil que haya levantado alguna sanción por dicho motivo. No obstante diréis ¿dónde está el fraude?
Sencillo, ¿recordamos los 3 millones de euros de “Ladrillos de Españistan SL” que deberían estar en alguna cuenta corriente de la empresa? Pues no están y han pasado a formar parte del patrimonio de los socios sin tributar por el reparto de dividendos ¿a cuánto asciende dicha tributación? Pues a la módica cantidad de 540.000 euros para ejercicios pasados y por encima de los 628.000 euros en el año 2011. Este proceso de descapitalización de empresas no lo controla Hacienda casi nunca y en la mayoría de los casos, cuando se detecta ya es tarde.
Es tarde porque el siguiente mecanismo para evitar el problema es dejar transcurrir 6 años, depositar las cuentas con balance descapitalizado y liquidar la sociedad. Una vez que la sociedad se ha liquidado, si Hacienda preguntara por el patrimonio desaparecido en la empresa, se argumenta que el reparto de dividendos se hizo en el año 200(X-5) y a pleitear un rato. El resultado, Hacienda no ve un sólo euro por esos dividendos y los socios se han levantado el beneficio sin tributar por ellos ¿Os parece raro? Preguntad a cualquier asesor fiscal y que os cuente.
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