La reducción de gasto en I+D y el cambio de modelo productivo

La reducción de gasto en I+D y el cambio de modelo productivo
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Un lector nos ha mandado un artículo publicado hoy en El Pais donde la comunidad científica en pleno se muestra muy preocupada por la reducción de un 37% en las partidas de gasto destinadas a I+D+i. Según los borradores presupuestarios que se están elaborando esta reducción de gasto afectaría a la financiación de los proyectos de I+D, las becas y los contratos de investigadores, incluidas las convocatorias del Plan Nacional de I+D, colocando el nivel de gasto en cifras equivalentes a las que se llevaron en el 2006.

El gobierno de Zapatero ha sido un gobierno que ha aumentado sustancialmente las partidas de gasto en I+D desde el año 2004 y atajar a la tremenda en estas líneas, sería un error por parte del ejecutivo si realmente queremos avanzar hacia un cambio de modelo productivo. Los resultados que se obtienen son más a medio-largo plazo que a corto. Pero en la otra parte de la balanza nos encontramos que hay que meter la tijera en el gasto público y cuando hablamos de recortes, todos los gastos nos pueden parecer importantes. ¿Soluciones?

Pues antes que apuntar soluciones, viene el tirón de orejas. Nos hemos gastado 8.000 millones de euros en el Plan E, que han servido para hacer muchas zanjas y contener ligeramente el desempleo mediante 400.000 empleos temporales. A efectos prácticos, pan para hoy y hambre a partir de este mes cuando se acaben estas obras, innecesarias en muchos casos, no en todos pero aplazables la mayoría. Sólo con haber contenido este gasto o haberlo destinado a inversiones productivas a largo plazo, habríamos mejorado el panorama.

No obstante, al igual que esta partida de gasto precipitada, se están barajando otros 5.000 millones para el Plan de Inversión Local que se destinarán a proyectos verdes y a I+D+i. Si este plan se lleva a cabo, o la comunidad científica no lo recuerda o simplemente no va a existir. Aún así, creo que el problema de trasfondo se origina en la separación existente entre el I+D y la empresa privada.

Recordemos que más del 95% de empresas son pymes y tener el acceso a los medios materiales para llevar a cabo un proyecto de innovación puede ser inviable a nivel económico en grandes desarrollos en un principio. Por nuestra propia estructura empresarial, dejar totalmente el I+D en manos del mercado no parece viable en un principio. Para aunar esfuerzos e intentar cambiar el modelo productivo de tal manera que se traspase el I+D plenamente al sector privado se deberían seguir las siguientes directrices:

  • El gobierno debería mantener los niveles de inversión y ejecutar el compromiso de gasto de 5.000 millones de euros adicionales el pasado mes de mayo. Tenemos otras vías de reducción de gasto público menos lesivas que ésta.
  • Colocar a disposición del sector privado los medios existentes para investigación. Léase dotaciones en universidades, laboratorios estatales, posibilidad de acceso a los estudios y líneas de investigación abiertas por sectores, eliminación de trabas en el registro de marcas y patentes y sistemas ágiles administrativos en la redacción de proyectos.
  • Las universidades tienen que comenzar a ser parte proactiva de las empresas. Por ejemplo, si una universidad está estudiando un sistema de mejora de eficiencia energética, se debería establecer un serie de convenios de colaboración con aquellas empresas que puedan aprovecharse económicamente de ese avance tecnológico por ejemplo.
  • Por su parte, las empresas que puedan beneficiarse en puntos futuros de dichas investigaciones, deben asumir la parte correspondiente de inversión de los investigadores a su servicio. Este punto se puede cuantificar y a la vez mitigar su efecto con la consiguiente adecuación fiscal de bonificaciones a las empresas innovadoras.
  • Cualquier área académica puede mejorar un sector productivo. Por ejemplo, estudios complicados como pueden ser Historia y Arqueología pueden mejorar zonas deprimidas económicamente y potenciar aspectos turísticos mediante acuerdos con las asociaciones sectoriales de hostelería si se potencia un yacimiento arqueológico.

Resumiendo, las universidades son la cuna del conocimiento pero no actuan como elemento transmisor de este conocimiento fuera de la comunidad universitaria y científica. Si se consiguiera redactar un marco adecuado de implicación pública de los medios materiales existentes en el estado con el tejido productivo, sí podríamos comenzar a pensar que otro marco de desarrollo sostenible podría ser viable. El problema, los resultados de estas políticas se ven a medio plazo, con lo cual, ya podemos iintuir lo que realmente va a suceder.

Más Información | El Pais
En El Blog Salmón | La innovación española por los suelos, Investigación y desarrollo en España atrasado
Imagen | Vitorio Benedetti

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