La nueva ley de startups modifica, por fin, el régimen de stock options: incentivos para los empleados pero no tanto para los emprendedores

La nueva ley de startups modifica, por fin, el régimen de stock options: incentivos para los empleados pero no tanto para los emprendedores
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El Gobierno quiere promover el emprendimiento en España, pero el de corte innovador y tecnológico, en el que todavía vamos a la cola respecto a países de nuestro entorno. Para ello, está poniendo en marcha la llamada Ley de Startups, para situar al país entre los más atractivos para montar empresas de este tipo.

¿Qué significa eso? Que se quiere dar incentivos para que se creen startups en suelo patrio, eliminando trabas como aranceles notariales, burocracia para registrar una empresa y, sobre todo, un atractivo régimen fiscal, tanto para fundadores como para trabajadores.

Y es aquí donde entran en juego las stock options, las opciones sobre acciones de la empresa, una forma de retribuir a los empleados que cada vez se utiliza más. Estas van a cambiar su forma de tributar, lo que será una ventaja para los trabajadores a la hora de adquirirlas, pero parece que no tanto para los fundadores.

Un cambio que no incentiva la creación de empresas

La intención de este cambio es que las stock options sean más atractivas fiscalmente hablando para los empleados. Así, lo que se va a modificar es el límite exento de impuestos.

Hasta ahora era bastante bajo, de tan solo 12.5000 euros. Pero la nueva normativa lo eleva a los 50.000 euros, según el último borrador de la ley. Además, antes tributaban dos veces, cuando se compraban y se vendían. Ahora solo lo harán al venderse y por tanto, si la empresa acaba desapareciendo, el trabajador no habrá pagado impuestos como pago en especie por haber recibido algo (stock options) que realmente no vale nada.

Pero claro, ¿qué pasa con los fundadores? Porque, a parte de deducciones fiscales del 50% para inversiones de hasta 100.000 euros, poco más. Por lo tanto, genera dudas hasta qué punto puede ser efectiva la nueva ley.

Porque recordemos que los fundadores ya arriesgan su capital y mucho más y el hecho de que les suban el límite exento de opciones de acciones de su empresa no significa tanto. Es decir, que la novedad puede servir para que las startups atraigan talento a sus equipos, pero no tanto para montar la propia compañía.

Por ahora, el sector la ha recibido con satisfacción, sobre todo teniendo en cuenta que partimos de una posición muy atrasada, pero resaltan que es un primer paso, un impulso, que habrá que hacer más. Y las stock options puede que sean lo primero a mejorar en el futuro.

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