Hace tiempo comentamos de la reacción agitada de los poderes de Francia cuando salió el rumor de que la empresa estadounidense, Pepsico, estaba evaluando la posibilidad de hacer una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el grupo alimentario, Danone.
Parece que esta empresa, con su sede social y su Presidente localizados en París, pero con todo el resto (la gran mayoría de sus accionistas, sus productos, sus marcas, sus instalaciones, sus trabajadores, su crecimiento) más fuera que dentro, fue considerada joya nacional y el gobierno francés, con el jaleo que montó, dejó claro a Pepsico que su interés no era bienvenido. Pues esta joya nacional francesa quiere continuar con sus compras de empresas por el mundo, como ha hecho a lo largo de su historia con la mayoría de sus negocios y marcas.
Cuando se fije en un objetivo interesante, ¿no les van a echar eso de joya nacional en su cara? Deberían.
Como siempre el gobierno francés protestará si obstaculizan el crecimiento de sus empresas, alegando la necesidad de dejar actuar al mercado libremente. Buena idea, el problema es que es el caso de hacer lo que digo no lo que hago.
Pero también como siempre, es un problema que se resolverá pagando más. Mira lo que pasó con la joya europea, Arcelor.
Vía | Financial Times (en inglés y €) En El Blog Salmón | Danone: ¿la joya francesa?