Con bonitas palabras, bonitas sonrisas, bonitas fotos y bonitos pronunciamientos, Europa acaba de anunciar un acuerdo medioambiental con el compromiso de reducir su consumo de energía total, reducir su consumo de energía sucia y aumentar su consumo de energía renovable.
Con estas bonitas palabras, empezarán su campaña de intentar convencer al resto del mundo que sigan su bonito ejemplo. ¡No convence!
El problema que siempre vemos con esta clase de acuerdos e intentos de convencer al resto del mundo, es que el mundo rico ofrece medias medidas y muchas promesas para el futuro pero, por el contrario, piden medidas rigurosas e inmediatas a los países pobres, los que menos pueden
Esta misma actitud la vemos también en las negociaciones que todavía están en vigor con la actual ronda de negociaciones del comercio internacional de la Organización Mundial del Comercio (OMC), comenzada en Doha, Qatar, en 2001 (la Ronda de Doha), y todavía sin finalizar.
La idea es prometer hacer mucho en el futuro, y pedir a los países pobres que no cometan los errores de crecimiento cometido por los ricos, pedir restricciones inmediatas al consumo de energía y, por lo tanto, a su crecimiento. Lo piden a los que menos pueden soportar estas restricciones.
El mundo rico debe ofrecer al mundo pobre ayudas a las inversiones necesarias para cumplir con las limitaciones medio ambientales. Pero no solo eso. El mundo rico debe ofrecer al mundo pobre ayudas para aguantar los retrasos en el crecimiento que los pobres sufrirán y que causará más sufrimiento a los más débiles.
Mientras el mundo rico siga pidiendo y pidiendo al mundo pobre sin ofrecer nada a cambio, no llegaremos a buen puerto. Como hemos hablado en estas páginas, incluso pueden ser rentables las inversiones medio ambientales, pero ¿rentables para quién?
¡El mundo pobre debe rechazar las imposiciones que los ricos quieren ejercer!
Vía | Ideal y InfoBAE En El Blog Salmón | El cambio de clima impacta a la economía y Medio Ambiente quiere gravar el consumo excesivo de agua