En una entrevista realizada esta mañana al Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, éste ha asegurado que se está estudiando mantener la jubilación a los 65 años para aquellas personas que hayan cotizado más de 36 años. También que se está estudiando ampliar el periodo de cálculo de los 15 años actuales a los 20 ó 25 años.
Aunque el debate de las pensiones es muy impopular debido a que todo el mundo quiere jubilarse pronto y con unas buenas condiciones económicas, las propuestas que se están haciendo son razonables. El gasto en pensiones va a ser un problema en los próximos años y de hecho ya es un gasto muy significativo del Estado, que afortunadamente todavía es sostenible (pero gracias a las cotizaciones que hace el Estado a sus parados, no lo olvidemos, así que ya estamos en ese punto en que estamos financiando la Seguridad Social con impuestos).
Alguna reforma hay que hacer, y esta de ampliar la edad de jubilación, con excepciones a la gente que más años ha trabajado tienen sentido y van por el buen camino. Por supuesto que podría haber reformas más radicales, como pasar a un sistema de capitalización individual, pero los años de transición tendrían que financiarse con déficit y no estamos para esos trotes, aparte de que un sistema de ese estilo traería otros problemas. Otra opción es directamente pasar a un modelo basado en impuestos y no tanto en cotizaciones sociales. Son modelos que habría que estudiar, pero desde luego no lanzarse a ellos con urgencia porque un paso en falso sería fatal.
¿Por qué digo que la reforma va por buen camino? Primero porque beneficia a quien más años ha contribuido al bienestar de la sociedad. Más años cotizados, jubilación más temprana. Segundo, porque aumentar el periodo de cotización evita prácticas fraudulentas de la gente con más recursos, que cotizan por el mínimo durante toda su vida laboral y luego los últimos 15 años aumentan al máximo para cobrar la pensión máxima.
Por supuesto que la reforma es dura y perjudica a la muchos trabajadores. Primero porque la jubilación va a ser dos años más tarde. Segundo porque el aumento de los años que computan puede perjudicar a muchos, ya que normalmente al final de la vida laboral se cobra más (aunque no siempre, no hay más que mirar las cifras de desempleados de mayor edad). Pero sobretodo lo que queremos es que haya un sistema de pensiones sostenible en el futuro, que podamos cobrar.
Vía | El País
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Imagen | Bichuas