Creo que uno de los principales problemas de la sociedad española es que existen demasiados funcionarios. Y no hablemos ya de comunidades autónomas como Andalucía, en la que uno de cada cuatro andaluces es ya funcionario. ¿Y por qué pienso que los funcionarios no pueden ser funcionarios? Principalmente por los incentivos.
Según la RAE, se entiende por incentivo económico:
Estímulo que se ofrece a una persona, grupo o sector de la economía con el fin de elevar la producción y mejorar los rendimientos
Desde pequeños todos aprendemos, por suerte o por desgracia, a vivir con los incentivos. Si uno pasa con buena nota los exámenes de selectividad tendrá mayores posibilidades de entrar en la Universidad y carrera que quiera, si te exigen vender más en una empresa ganarás más dinero y podrás ascender más fácil. Pero claro, debemos de tener un incentivo importante para generar más, ya que si no se produce un incentivo satisfactorio no lo lograremos.
¿Qué incentivo puede tener una persona que tiene un empleo de por vida? Ninguno. La productividad en España lleva muchos años en stand by, y principalmente entre los funcionarios.
Podemos tomar un ejemplo de la educación en Finlandia, ya que a partir del 1 de enero del 2010 todos los profesores universitarios pasarán de funcionarios a contratados y regulados por las mismas leyes laborales que las empresas. Para el que se piense que seguro que en Finlandia no dan un palo al agua los profesores, los datos del programa PISA concluyen que la educación de Finlandia es la mejor del planeta.
Creo que es uno de los temas que se debe tratar hoy en día, que todos seamos autocríticos y pensemos si merece la pena tener a tantos funcionarios en un país y con unas condiciones tan propicias para la no productividad.
En El Blog Salmón | Mejorar la productividad para salir de la crisis
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