Aunque es ahora cuando oficialmente estamos en campaña electoral, realmente llevamos más de un año escuchando propuestas, medidas, iniciativas legislativas… En definitiva, toda una suerte de promesas que, en su gran mayoría, quedan en papel mojado una vez el político de turno llega al poder.
Si bien en esta campaña interminable temporada 2015/2016 hay una promesa a la que casi todos los partidos han cogido el gusto: la creación de empleo. En un contexto de salida de la crisis, prometer un buen número de puestos de trabajo es uno de los argumentos más utilizados por los distintos contendientes electorales. No obstante, en la mayoría de las ocasiones se están inflando las cifras, por no decir en todas.
El partido que más ha agitado la bandera de la creación de empleo es el PP, que ha prometido crear dos millones de empleos en la próxima legislatura si gana las elecciones y logra llegar a la Moncloa. En concreto, espera poder crear medio millón de puestos de trabajo en cada uno de los próximos cuatro años, para lo que ha prometido bonificaciones en la Seguridad Social, fomentar que los contratos pasen de temporales a indefinidos mediante las exenciones de cotización a los primeros 500 euros de salario o rebajas de impuestos -los que encuentren trabajo no pagarán IRPF el primer año-.
Es decir, Rajoy ha puesto toda la artillería pesada en la política laboral, que es para el PP su principal motivo de orgullo. Si bien hay que tener muy claro que la anterior legislatura la bajada de paro solo fue aparente, pues tal y como explicamos aquí, en realidad el paro bajó porque cayó la población activa. De hecho, no se creó empleo neto, pues la afiliación a la Seguridad Social cayó en 25.414 personas.
Por lo tanto, no se puede decir ni de lejos que la anterior legislatura arreglara el desaguisado del mercado laboral español, a pesar de que el paro haya vuelto a bajar de los cuatro millones de desempleados por primera vez en seis años. Además, se trata una vez más de empleo temporal ante el inicio de la campaña de verano.
Rivera se apunta a las promesas
Pero Rajoy no ha sido el único candidato que ha alzado la voz prometiendo trabajo si gana los comicios. El hasta ahora prudente en estos términos Albert Rivera va fuerte en su segunda campaña a la presidencia del gobierno y ha subido la apuesta del PP: 2,5 millones puestos de trabajo espera crear para 2020, cuando acabe la legislatura.
Aunque su equipo económico asegura que no se trata de promesas vacías, las dudas vuelven a asaltar cuando se dan estas cifras acompañadas de una bajada del IRPF a partir de 2018 un complemento salarial para las familias, así como un aumento del gasto social de 8.500 millones.
El PSOE, por su parte, no ha alzado ningún tipo de cifra tan amplia en sus propuestas laborales de cara al 26-J. Por el momento, el candidato Pedro Sánchez solo ha lanzado un guiño al sector público para intentar arañar votos del funcionariado en unos comicios que parece que van a dejar al partido en la tercera posición. En concreto, Sánchez ha señalado que quiere cerrar convenios con ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos para crear un plan de inversión pública que genera 200.000 puestos de trabajo en el sector público.
Si bien sí que ha lanzado su intención de reducir la tasa de paro a la mitad y de dar empleo a un millón de parados de larga duración en los próximos cuatro años. No obstante, se ha alejado de sus rivales al dar una cifra redonda que tenga seis ceros.
Por último, Unidos Podemos no ha difundido esas cifras tampoco...pero las ha dado la vuelta. La formación morada quiere bajar la tasa de paro hasta el 11% en 2019 y el subir el número de ocupados a 20,4 millones a través de un plan de gasto público de 60.000 millones de euros. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, actualmente hay 18 millones de ocupados, por lo que Podemos estaría prometiendo -indirectamente- crear 2,4 millones de puestos de trabajo.
Pero…¿cuánto empleo se ha creado en anteriores legislaturas?
Una vez puestas sobre la mesa las promesas de los candidatos a la presidencia del gobierno, es hora de echar un vistazo a la hemeroteca de la EPA para ver cuánto empleo se creó en las legislaturas anteriores y hacernos una idea de si las promesas de los candidatos son disparatadas o tienen algún tipo de fundamento histórico.
Empezando por Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia, que estuvo en el poder desde julio de 1977 hasta febrero de 1981, los datos dejan un rastro bastante negativo en esta primera etapa de democrática. Cuando accedió al cargo había 12,7 millones de personas trabajando en España, y cuando lo abandonó el número había descendido a 11,7 millones, por lo que en tres años y medio se destruyeron un millón de empleos.
Leopoldo Calvo-Sotelo llegó a la Moncloa en febrero del 81 y no estuvo ni dos años -hasta diciembre del 82- y nada tampoco pudo hacer para cortar esta sangría producto de la crisis económica que vivía España. En su legislatura la población ocupada cayó a 11,5 millones de personas.
Y aquí comienza la era Felipe González, el presidente hasta ahora más longevo en España. El socialista estuvo la friolera de 14 años en el poder, repartidos en cuatro legislaturas que tuvieron de todo. En la primera de ellas, que duró hasta julio del 86, se destruyeron 400.000 empleos más, hasta los 11,1 millones de ocupados.
Ya en la siguiente, que acabó en diciembre de 1989, el nímero de ocupados creció a 12,7 millones, por lo que logró crear 1,6 millones de empleos en esos tres años. Pero la entrada en los 90 tiró por tierra todos estos esfuerzos y al final de la tercera legislatura de González, en julio de 1993, la población activa era de 12,3 millones de personas, por lo que se perdieron casi medio millón de empleos.
La tendencia mejoró, aunque de forma muy intensa, en los tres últimos años que fue presidente del gobierno. Cuando abandonó el cargo, en mayo de 1996, había 12,7 millones de ocupados en España, cifra que ‘heredó’ José María Aznar, el padre del pelotazo urbanístico que en su primera legislatura creó 2,4 millones de puestos de trabajo, hasta subir la población activa a 15,1 millones de personas.
En la segunda legislatura, Aznar no lo tuvo tan fácil para crear empleo pero aún así incrementó la fuerza laboral a 17,1 millones, por lo que en total sus mandatos generaron casi 5 millones de puestos de empleo, cifras por encima de las que los candidatos están dando en esta campaña.
Pasemos a la época ZP, que tuvo registros históricos tanto por arriba como por abajo. De abril de 2004 a abril de 2008, la legislatura dejó un total de más de 3 millones de empleos más, hasta incrementar la población activa a los 20,4 millones de españoles, una cifra que se pone Podemos como objetivo.
Lo que viene después es de sobra conocido. La explosión de la burbuja financiera y la inmobiliaria se llevó por delante casi tres millones de puestos de trabajo, lo que hizo que Zapatero dejase la Moncloa en diciembre de 2011 con 17,8 millones de personas en activo.
La llegada de Mariano Rajoy, a pesar de que las principales variables macroeconómicas se han enderezado, no ha supuesto un giro de 180º grados al drama del paro. En diciembre del pasado año, cuando acabó la legislatura, había 18 millones de trabajadores, lo que supone que creó apenas 200.000 nuevos puestos de trabajo, si bien, volvemos de nuevo al argumento ya citado anteriormente: fue la caída de la población activa la que dio pie a esa bajada.
Promesas al aire
Después de ver esta serie histórica el veredicto es bastante claro: las promesas de los candidatos para la próxima legislatura -sobre todo las de Rajoy y Rivera- tienen más de humo que de otra cosa, pues la única vez que se creó tanto empleo en democracia acabó como ya sabemos todos…
El empleo generado en la época de Aznar estaba basado en una burbuja inmobiliaria, en la especulación pura y dura y en una euforia desmedida por el ladrillo que posteriormente ha llevado a la ruina a buena parte de la clase media española. Los partidos políticos juran y perjuran que no se repetirá aquello y que darán a España un nuevo modelo productivo que siente las bases de un crecimiento sostenido, duradero y seguro. Por lo tanto, teniendo en cuenta eso, y que la coyuntura económica tampoco es la mejor, es muy improbable que de aquí a 2019 se puedan generar más de dos millones de puestos de empleo. La estadística habla.