Ayer tuvo lugar la gala del cine español, los Premios Goya, y desde allí se apuntó a que el sector está muy mal y se señalaron dos culpables: el Gobierno, por aumentar el IVA cultural y no crear un modelo claro de subvenciones; a los Internautas, por las descargas de películas online.
Yo creo que hay más causas. Los problemas del cine en España son varios y lo que vimos ayer fue una simplificación excesiva. No niego que los dos puntos anteriores sean importantes, pero vamos a ver más causas porque la realidad es más compleja que lo quieren hacer parecer sus afectados.
El Gobierno
Para el mundo del cine el Gobierno es el mal. Y por lo que se ve el sentimiento es recíproco, así que no quito razón a la industria del cine. El Gobierno se lleva, en general, más con el sector y le ha castigado quitando subvencciones y subiendo el IVA del tipo reducido al general, justo además cuando había una subida general de los tipos impositivos. El efecto fue que el cine pasó de tener un IVA del 8% al 21%.
Desde luego un efecto así hace mella a cualquiera. Pero la pregunta correcta es si es justo. Personalmente tengo muchas dudas sobre si la cultura debe ir a tipo reducido o a tipo general. Es cierto que los países europeos suelen tener un IVA reducido para la cultura y en cine entra en esta categoría. Me imagino que es para fomentar la cultura entre los ciudadanos, pero de nuevo me asaltan las dudas sobre si el cine es siempre un espectáculo cultural o no.
La mayoría de las películas que se proyectan en España son de EEUU. Una minoría son españolas y además tienen pocos espectadores. ¿Qué logramos con un IVA reducido? ¿Subvencionar la industria del entretenimiento de otros países? Porque para mí el cine en muchas ocasiones tiene más de entretenimiento que de cultura, y no veo que otros sectores del entretenimiento tengan ventajas fiscales.
Como digo, seguramente el IVA general en la cultura tenga más de vendetta que de razonamiento, pero no veo mal que el IVA del cine sea al tipo general, sobre todo con el déficit que tenemos. El déficit nos hace endeudarnos cada vez más, y veo lógico que se haga para que la sanidad y educación sigan a diposición de los ciudadanos, pero... ¿el cine también?
Y lo mismo pienso de las subvenciones. Si hubiera control puedo admitir que un sector esté subvencionado, para que no se hunda completamente un sector que podría ser exportador, atraer turismo y crear marca de país. Pero la mayoría de las películas subvencionadas no se exhiben y son simplemente una forma de llenarse los bolsillos. Así que veo bien acabar con el modelo anterior y crear uno nuevo con mayor control, y primar la calidad frente a la cantidad. Los retrasos en la ley nueva seguramente sean también una vendetta por parte del Gobierno, que todavía tiene atravesado el "No a la Guerra" (Rajoy era vicepresidente entonces).
Pero aunque hubiera un nuevo esquema de subvenciones no pueden pretender que las cuantías sean iguales o superiores a las que tuvieron la década pasada. El Estado tiene un problema de gasto enorme y hay que priorizar. Creo que es más importante invertir en investigación que en cine, porque la mayor parte del cine que se hace está más ligado al entretenimiento que a la cultura. Pero suena muy bien decir la palabra "cultura" mucho para descalificar al que está en contra de las subvenciones.
Internet y las descargas
El mundo ha cambiado mucho en las dos últimas décadas. Internet permite transmitir contenidos audiovisuales de forma rápida. Pero ha habido más cambios: los televisores son cada vez más grandes y de mejor calidad de vídeo y sonido. Mucha gente prefiere ver el cine en casa.
¿Qué pasó cuando juntamos las preferencias de la gente y la oferta cero en Internet? Que empezaron las descargas. Y es cierto que ahora mismo hay oferta de cine en casa y además a unos precios bastante razonables. Pero la lentitud del sector por ofrecer lo que demandaba el público fue determinante para el establecimiento de las costumbres de la gente.
Además hay otro factor, el sector del cine sigue con un modelo de distribución bastante antiguo. Quieren que primero se emita en salas, luego alquiler / online, por último venta. Señores, la gente quiere ver en su casa la película el día que se estrena, y si no hay oferta legal y es muy sencillo verlo por otros canales, estáis perdiendo clientes.
En definitiva, estamos ante un cambio de modelo de negocio y al cine le está costando mucho adaptarse. Van a remolque de la demanda y no acaban de dar solución. Piden una legislación más dura y sólo estarán satisfechos cuando sea más grave en el código penal descargarse una película que agredir a alguien. Y esto no puede ser así, porque si algo es importante de la legislación es que sea proporcionada y que sea compartida por la mayoría de la población.
La crisis en general
En el análisis del sector del cine faltó una pata fundamental. España atraviesa una crisis importantísima. Tenemos más de un 25% de paro. Y los que no están en paro han visto como sus sueldos bajaban. El gasto en cine lógicamente se ha reducido, aunque no hubiera pasado nada de lo anterior.
Y al igual que el cine hay muchos sectores hechos polvo, sólo que no pueden apuntar a Internet de todos sus males (al Gobierno sí, todos apuntan al Gobierno por la falta de subvenciones). Se me ocurren sectores como la construcción, la automoción, compañías aéreas, muebles, electrodomésticos, venta retail... todos han visto como las ventas se hunden. ¿La culpa es de Internet? Es de la crisis.
Y cuando la crisis acecha la única solución es bajar precios, pero el cine no lo ha conseguido. No sé quienes son los culpables, pero en una crisis tan brutal no se pueden subir los precios del ocio, lo único que conseguirás es perder espectadores.
La abundante oferta de ocio
Otro factor que nunca apuntan es la abundante oferta de ocio que tenemos en nuestros días. Cada vez más. Vamos a centrarnos en el audiovisual únicamente. Hace veinte años un viernes por la noche tenías unos pocos canales de televisión (en una televisión no muy grande) y el cine si querías ver algo.
Hoy en día tenemos una veintena de canales, sin contar los de pago. Miles de páginas web con contenido audivisual gratuito que se pueden ver en la televisión (sin descargar nada, hablo de Youtube y similares). Series de televisión a la carta con unos presupuestos por capítulo mayores que cualquier producción cinematográfica española.
Hace veinte años las películas españolas competían con las más famosas americanas (y siempre del momento). Hoy en día la competencia es global, un espectador puede ver cualquier película de la historia de cualquier país del mundo y el espectador está a pocos clicks de distancia de verla.
Y no me he salido del sector audiovisual, porque tenemos libros al instante en nuestro ebook, cursos online de calidad universitaria gratuitos, acceso a la prensa de cualquier país del mundo, en deportes no estamos limitados a la Liga y poco más (podemos acceder a ver cualquier partido de cualquier deporte del mundo), y un largo etcétera.
La explosión de entretenimiento que nos ha proporcionado Internet es brutal, y este efecto no lo está sufriendo solo el cine. Todo el que intente entretener se enfrenta a esto, pero el cine no lo ve. Piensa que los viernes y sábados por la noche la gente no tiene otra cosa que hacer que ir a las salas de cine y esto ya no es así.
La causas son múltiples y las soluciones no son milagrosas
En definitiva, tenemos múltiples causas y la solución a esto no es nada fácil, pero hay que intentarlo: primero, el cine debe bajar sus precios para competir con el resto de la oferta de entretenimiento que hay disponible y adaptarse a la bajada de renta disponible de la población. Además, deben estrenar simultáneamente en todos los formatos, que el cliente tenga todas las opciones disponibles.
El cliente tiene que tener muy fácil ver la película, no puede ser más cómodo descargarla en su ordenador. Es más, ¿por qué no ofrecer una descarga sin DRM si el cliente no quiere streaming? A lo mejor es una forma de competir con el libro en los ratos libres, ya que casi todo el mundo tiene smartphones.
El milagro es complicado, es cierto, pero se puede intentar. La atención que se da a la gala de los Goya es una prueba de que existe un interés en el cine español así que no todo está perdido. Pero hay que intentar mejorar, no únicamente quejarse.
En El Blog Salmón | La fiesta del cine demuestra la elasticidad de la demanda, ¿El cine subvenciona al Estado por la subida del IVA? No, el cine sigue siendo un sector subvencionado Imagen | Ludita