¿Es justo que Lufthansa cobre a las agencias por vender sus billetes?
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¿Es justo que Lufthansa cobre a las agencias por vender sus billetes?

Lufthansa ha declarado la guerra a las agencias de viajes. La compañía aérea alemana ha empezado a cobrar un recargo de 16 euros a todos los billetes que se vendan a través de los sistemas globales de distribución (GDS), es decir, los que usan estas compañías.

La medida se ha hecho extensible a todas las aerolíneas del grupo (Austrian Airlines, Brussels Airlines y SWISS) excepto a la trágicamente recordada Germanwings. De este modo, sólo se podrán comprar sus vuelos sin este recargo desde su portal de venta directo.

La medida, que entró en vigor el 1 de septiembre, ya había sido anunciada un tiempo antes y las diferentes agencias de viajes ya habían reaccionado con vehemencia, pero hasta que no han visto la amenaza cumplida no han puesto el grito en el cielo. Y es que esta decisión les puede cortar un importante grifo de ingresos, ya que los usuarios querrán ahorrarse esos 16 euros y se irán directamente al portal de la aerolínea a comprar sus billetes.

Entre las principales damnificadas está la cotizada española Amadeus, que ha visto cómo se esfumaba uno de sus principales clientes sin poder remediarlo. Por su parte, la Asociación Global de Viajes de Negocios (GBTA por sus siglas en inglés), la principal patronal del sector de las agencias, ha anunciado que la mitad de sus asociados no descarta tomar medidas y cesar su compra de billetes al grupo alemán.

Pero la patronal española, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), ha roto directamente las relaciones con Lufthansa como proveedora. Por lo tanto, las espadas están en todo lo alto.

Los billetes de avión, lo más comprado en Internet

En este asunto hay muchos intereses de por medio, pues la venta de billetes de avión es una de las transacciones que más dinero mueve a través de la web.

Según los últimos datos disponibles en España, que son del segundo trimestre del año pasado, el 16,2% de los 3.900 millones que generó el comercio electrónico en ese periodo corresponden a las agencias de viajes y un 10%, a las aerolíneas. Como vemos, las agencias se estaban comiendo más porción de este jugoso pastel que las propias compañías aéreas.

No obstante, cabe resaltar que a las aerolíneas también les conviene este reparto, pues ellas mismas dan un tercio de sus billetes a terceros para que los vendan conscientes de que ellas solas no van a colocar todos sus vuelos. Por lo tanto, si más compañías siguen el ejemplo de Lufthansa puede que se estén echando el cordel al cuello ellas mismas.

En cualquier caso, los billetes de avión y tren son unos de los servicios que los usuarios más compramos por Internet, por lo que la lucha entre unos y otros es más que comprensible, pues se trata de un nicho de negocio muy importante.

¿Es lícito lo que ha hecho Lufthansa?

Aunque muchas agencias han calificado la decisión de la aerolínea alemana de ilegal, nada más lejos de la realidad. El grupo tiene derecho a cobrar este recargo a quien no compre sus vuelos a través de su propia plataforma, ya que son sus billetes y la empresa los distribuye como quiere.

No obstante, el hecho de que lo haya hecho de una forma tan tajante, sin negociar previamente con los las agencias una solución intermedia que deje a todos más o menos contentos ha sorprendido.

Por la polémica que ha levantado, es complicado que otros gigantes de la aviación, como IAG o Air France, vayan a seguirle el ejemplo próximamente, aunque si ven que la jugada le sale bien y ve crecer considerablemente sus ingresos, se apuntarán también a la fiesta.

Una empresa en apuros

Esta decisión se enmarca en un contexto nada agradable para el grupo alemán, pues está inmerso en una política de recorte de costes muy rigurosa que ha lanzado a sus empleados a convocar huelgas.

Las ‘low cost’ han hecho bastante daño al negocio tradicional de las aerolíneas –que se lo digan a Iberia- y le están pasando factura en forma de menor presencia en el sector. Por ello, con el objetivo de controlar su deuda, Lufthansa ha decidido hacer recortes en los salarios de sus empleados y también en sus tarifas.

Así se entiende la imposición de esa tasa a las agencias de viajes y otros operadores intermediarios a la hora de vender sus vuelos. Es tan sencillo como que Lufthansa necesita dinero.

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