¿Por qué los grandes ejecutivos de las farmacéuticas que investigan la vacuna del Covid-19 están vendiendo sus acciones?

¿Por qué los grandes ejecutivos de las farmacéuticas que investigan la vacuna del Covid-19 están vendiendo sus acciones?
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Esta semana hemos conocido los adelantos de la vacuna de Pfizer, una reveladora noticia que ha potenciado las expectativas futuras de los inversores y se han lanzado a las compras, motivado por una efectividad prometida del 90%, en la misma línea con otras vacunas que han permitido casi erradicar enfermedades como la polio y el sarampión.

Este aluvión de compras y que ha disparado las cotizaciones contrasta con un hecho: El CEO de Pfizer, Albert Bourla, vendió el lunes 130.000 acciones de la empresa, obteniendo 5,6 millones de dólares. No es una participación menor, se trata nada más y nada menos que el 62% de las acciones que el director ejecutivo tenía en cartera.

Para que no fuera considerado un movimiento vinculado a la información privilegiada y saltaran las alarmas del regulador bursátil, se elaboró un plan de negociación adoptado el 19 de agosto, y un día después de que Pfizer anunciara resultados positivos y las acciones se llegaran a disparar hasta un 15%, vendió a un precio medio de 41,94 dólares.

Insider

Ha sido un movimiento perfecto: sale la noticia, los inversores saltan a comprar las acciones, el precio sube, el insider vende en máximos, el regulador no puede acusar de información privilegiada porque era conocedor del plan de negociación y, una semana más tarde, las acciones ya han caído un 10%.

Este no es el único movimiento curioso que hubo por parte de los insiders de Pfizer, bajo el mismo esquema de planificación, Sally Susman, vicepresidenta ejecutiva y directora de asuntos corporativos de Pfizer, también soltó alrededor de 1,8 millones de dólares en acciones.

Lo cierto es que el caso de Pfizer no es el único en el que se producen grandes ventas por parte de los insiders en la carrera por la vacuna. Altos ejecutivos de otras farmacéuticas que buscan vacunas Covid-19, como en las empresas de Moderna y Novavax han vendido grandes cantidades de acciones después de prometedoras noticias sobre sus propias vacunas contra el coronavirus, así como en otras ocasiones.

La pregunta es ¿por qué están dispuestos a vender las acciones de la empresa que más adelantada va con la vacuna? Teóricamente, de ser un éxito la vacuna, se esperaría entradas de dinero ingente que llevaría a la empresas a grandes beneficios. Además, la empresa contaría con un marcado posicionamiento dentro de las futuras vacunas que pueden dar respuesta a la pandemia global.

Aquí podemos lanzar dos teorías. Por un lado, en el caso reciente de Pfizer, podemos pensar que la nota de prensa fue una exageración, puede existir una alta efectividad, pero hay flecos a resolver como potenciales efectos secundarios o problemas de compatibilidad con otros tratamientos médicos a largo plazo. Dudas razonables que se sumarían a la complejidad de distribucion ya que las dosis deben permanecer a menos 70-80 grados centígrados.

Por otro lado, quizás los insiders esperan que exista problemas para el desarrollo de la vacuna que afecte a la rentabilidad final de la empresa. En esta ocasión, podríamos pensar en precios máximos o problemas con la patente que impidan recuperar la inversión.

Sea como sea, estos movimientos podrían indicar que los ejecutivos están preocupados en privado por el futuro de sus empresas, o incluso por la eficacia de sus vacunas, y quieren asegurarse los buenos precios de las cotizaciones mientras puedan. Este tipo de acciones, van en contra de las vacunas

Otra manera de verlo es que se trata de una coincidencia, una simple casualidad, para tratar de buscar objetivos de diversificación, pagar matrículas universitarias o adquirir una vivienda.

¿Cómo evitar la acusación de información privilegiada?

Si un insider estadounidense quiere comprar y vender acciones tiene dos maneras de hacerlo. La primera es realizar las transacciones en el mercado abierto mediante las cuales compran o venden valores a través de un corredor como cualquier otro inversor minorista . La segunda opción es realizar la transacción de manera sistemática a través de lo que se llama un plan 10b5-1.

Esta regla de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) permite una forma sistemática de uso de información privilegiada que es legal. Sin embargo, la actividad comercial permitida a través de 10b5-1 puede ser beneficiosa tanto para insiders como para los inversores individuales. Utilizando el plan 10b5-1 se permite crear un plan de negociación antes de una operación mediante el cual se utiliza una fecha o precio preestablecido para activar la orden de compra o venta.

Y eso es lo que han hecho los directivos farmacéuticos. En el caso específico de Bourla se estableció el 19 de agosto. En el contexto de ese momento, fue unas semanas antes de que Pfizer y su socio de desarrollo BioNTech anunciaran resultados positivos de los ensayos con animales de su vacuna. El ensayo en humanos de fase 3 de la vacuna comenzó el 27 de julio.

En ese momento, Bourla estaba haciendo algo de ruido en ese momento sobre la posibilidad de que se aprobara una vacuna antes de las elecciones, pero luego suavizó sus predicciones. Y la compañía no consolidó su estatus de líder en la carrera para poner fin a la pandemia de COVID-19 con una vacuna hasta que publicó los datos de eficacia en personas esta semana.

Aún así, la buena suerte del CEO no puede subestimarse: vendió su tramo de acciones a un precio promedio de 41,94 dólares, apenas por debajo del máximo del martes de la compañía de 41,99 dólares.

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