España se mantiene sumergida en una crisis económica e inflacionista que afecta a toda Europa y que mantiene al país en vilo, con las exportaciones y los niveles de consumo bajo mínimos históricos. En las últimas horas, el Gobierno de España ha remitido a la Comisión Europea la actualización de sus previsiones económicas y fiscales, revisando al alza el crecimiento del PIB, aunque recortándolo de cara a 2024.
El Plan Presupuestario para 2024 demuestra que el Ministerio de Economía prevé un avance para el PIB del 2,4% en lo que resta de año, tres décimas más que el cuadro macro anterior publicado. De cara al próximo año, la revisión es a la baja, pues pronostica un 2% (cuatro décimas menos que en su anterior pronóstico).
Todo ello se debe a que se han actualizado las series de PIB de finales de 2022 y principios de 2023 realizadas por el INE en septiembre. Se aprecia como el PIB registra una variación del 0,5% en el segundo trimestre de 2023 respecto al trimestre anterior en términos de volumen.
Las previsiones optimistas del Ejecutivo van en línea con las declaraciones de hace meses de Pedro Sánchez, quien aseguraba que la economía de España “va como una moto”. Durante el primer trimestre de 2023, el PIB español registró una variación del 0,6%, lo que supone un crecimiento interanual de la economía del 4,2%. No obstante, si se toman como referencia los datos de 2019 (previos a la pandemia), se ve como España no ha crecido nada en cuatro años y que se encuentra estancada en cifras que ya tenía incluso en 2017.
Las previsiones del PIB según las instituciones
AIReF
España se recupera, aunque a un ritmo más lento que otras economías europeas y mundiales. Las previsiones del Gobierno se centran en el aval preceptivo que le brinda la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Aquí se aprecia como la tasa interanual del trimestre se posiciona en el 1,5%.
El PIB a precios de mercado presenta durante el tercer trimestre una tasa interanual del 1,7% en volumen, bajando el 2,2% del segundo trimestre y el 4,2% del primer trimestre de 2023.
Para la AIRef, el crecimiento de la demanda nacional es optimista, debido fundamentalmente al endurecimiento de las condiciones de financiación de la economía, la retirada de las medidas implantadas para mitigar la inflación y el descenso de la confianza empresarial.
De igual modo, se aprecia una persistencia de la inflación, de tal modo que el deflactor del consumo privado crecerá un 3,6% en 2024, casi el doble que la estimación inicial del 2%. Así pues, se espera que la lucha contra la inflación se prolongue hasta 2025.
La economía se estanca, y eso también se aprecia en la creación de empleo. El Gobierno estima que el empleo crecerá un 2,2%, una décima más que en la previsión inicial, pero baja la tasa de crecimiento para 2024 hasta el 1,5%. La previsión de paro se mantendrá en el 10,9%. Por su parte, la productividad por trabajador aumentará un 0,5%. La productividad en España es actualmente el 63% de la alemana.
En las últimas horas se han dado a conocer las previsiones estimaciones de crecimiento del PIB para Extremadura. Se sitúan en términos de volumen del 2% en 2024, ligeramente por encima del percentil 60 de las bandas de confianza de estimaciones de la AIReF, por lo que se prueba que existen riesgos a la baja.
Banco de España
Por su parte, el Banco de España prevé que el crecimiento del PIB será del 1,8% en 2024. La entidad calcula que el PIB crecerá un 0,3% tras el final del tercer trimestre de 2023, como consecuencia del deterioro de las exportaciones, la subida de los tipos de interés y la elevada inflación.
España se consolidará como una de las economías más dinámicas de Europa, sin riesgos de recesión en el horizonte. El sector servicios continuará siendo el impulsor de la economía. No obstante, auguran que la inflación tendrá un efecto rebote en los primeros trimestres del próximo año, que se superará a finales de 2024 o comienzos de 2025.
Fondo Monetario Internacional
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional bajó sus estimaciones al 1,7% para 2024, aunque mantiene la previsión de crecimiento para 2023 en un 2,5%. El crecimiento interanual del último trimestre del año se espera que se sitúe en el 1,6%, dos décimas menos que la estimación inicial del FMI.
Situación del déficit
Otro aspecto a tener en cuenta es que el Ministerio de Hacienda ha mantenido sus previsiones de déficit de mayo. Así pues, anticipa un saldo negativo del 3,9% del PIB para 2023, bajando en un punto durante 2024 hasta el 3%. En este sentido, no se contabiliza la prórroga de las medidas de lucha contra la inflación como la bajada del IVA a los alimentos de primera necesidad o de la electricidad.
De esta forma, las bonificaciones del IVA suponen el esfuerzo estructural reclamado por la Comisión Europea ante las reglas fiscales. Estas ayudas fiscales discrecionales tendrán un impacto de 6.500 millones de euros. Y es que si el Gobierno no retira las ayudas fiscales, el gasto primario neto crecerá un 3,4%.
Recuperación del consumo
Se espera que el consumo de los hogares evolucione de un modo peor de lo esperado, reduciéndose considerablemente la tasa de ahorro de las familias. En el nuevo cuadro macro se recorta el consumo privado al 1,5% en 2023 y al 2,5% en 2024. Por su parte, el Gobierno baja la previsión de crecimiento del consumo público hasta el 0,2%, por debajo del 0,9% calculado hasta ahora.
Por su parte, la demanda externa también frenará el crecimiento de España. Se espera que las exportaciones crezcan un 2,4% en 2023 y las importaciones un 3,3%. La demanda externa restará al PIB 0,2 puntos.