El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, ha anunciado este viernes tras la finalización del Consejo de Ministros una nueva subida de los impuestos especiales que gravan el tabaco y el alcohol, productos que serán aún más caros a partir del próximo lunes, además de la eliminación de ciertas deducciones en el Impuesto de Sociedades y la creación de un nuevo gravamen medioambiental.
En concreto, Montoro ha anunciado una subida del 10 % del Impuesto Especial a las bebidas alcohólicas, subida que curiosamente no afectará al vino y a la cerveza. Respecto al Impuesto Especial sobre las Labores del Tabaco, no ha especificado a cuánto ascenderá el incremento impositivo, aunque se prevé que se le otorge más peso al Impuesto Específico, que recae sobre la producción y a día de hoy está en los 19,10 € por cada mil cigarrillos, en detrimento del Ad valoren, que es un porcentaje que se paga sobre el precio de venta al público y que se sitúa actualmente en el 53,1 %. Junto a estas modificaciones, el Gobierno también ha vuelto a tocar el Impuesto de Sociedades con el objetivo de endurecer la fiscalidad de las grandes empresas mediante la eliminación de algunas deducciones, como la deducción por las pérdidas por deterioro de la cartera de valores y por las rentas negativos obtenidas en el extranjero a través de establecimientos permanentes.
En materia medioambiental, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, el Gobierno se ha sacado de la manga un nuevo impuesto sobre los aerosoles y los aires acondicionados, gases fluorados de efecto invernadero.
Objetivo: aumentar los ingresos públicos
El objetivo que se esconde tras estas subidas impositivas es, como no podía ser de otra forma, incrementar los ingresos públicos. En conjunto, el Gobierno espera recaudar al menos 4.690 millones de euros con estas modificaciones fiscales, la mayor parte procedentes de las reestructuraciones en el Impuesto sobre Sociedades.
En concreto, Montoro ha asegurado que la eliminación de deducciones en el IS tendrá un impacto anual de 3.650 millones de euros. Por su parte, las subidas en los impuestos especiales del tabaco y del alcohol supondrán unos 700 millones de euros anuales para las arcas públicas, de los cuales 366 millones de euros corresponderán al tabaco y el resto al alcohol. Mientras tanto, el nuevo impuesto sobre los gases fluorados de efecto invernadero permitirá recaudar 340 millones de euros anuales.
Una vez más, Montoro peca de ingenuo planteando estas altas expectativas recaudatorias. Alguien debería recordarle a nuestro ministro que ante una subida de impuestos que afectan a los consumidores, una de las posibilidades existentes (máxime en estos tiempos de crisis) es que estos disminuyan su consumo, lo que a su vez lastraría la recaudación. Por otra parte, aumentando la fiscalidad de las grandes empresas, es cuestión de tiempo que estas decidan hacer las maletas y trasladarse a otro país con una fiscalidad más competitiva.
El Partido Popular es el partido de los impuestos
Créanme, la frase no está vacía de sentido. Desde que el Gobierno de Mariano Rajoy llegó al poder hace año y medio no ha echo más que subir impuestos con el objetivo de reducir el déficit público y mejorar la partida de los ingresos. Sin embargo, los resultados alcanzados son más que cuestionables ya que lo único que han conseguido es asfixiar aún más a consumidores y empresas.
Las subidas impositivas comenzaron en diciembre de 2011. En esta ocasión, el Gobierno aumentó los tipos del IRPF, medida que en principio iba a ser temporal pero que finalmente se ha prorrogado hasta 2015. Además, creó nuevos gravámenes para las rentas del ahorro, subió el IBI y también los impuestos al tabaco. Apenas un par de meses después, en febrero de 2012, el Gobierno aprobó una reforma en la estructura del Impuesto de Sociedades que incrementaba la fiscalidad de dicho impuesto.
Posteriormente, en septiembre de 2012, Montoro dio la campanada con la espectacular subida del IVA que tanto habían prometido no llevar a cabo. En concreto, el tipo reducido de este impuesto pasó del 8 % al 10 % y el normal aumentó del 18 % al 21 %, con unos efectos sobre el consumo devastadores. Junto a ello, y con el objetivo de poner fin al déficit de tarifa, aprobó siete nuevos impuestos para las empresas del sector energético.
Más recientemente, en enero de 2013, el Gobierno suprimió la polémica desgravación en el IRPF por la compra de vivienda habitual e impuso un gravamen del 20 % a los premios de la lotería superiores a 2.500 euros, exentos hasta el momento.
En El Blog Salmón | De la subida temporal del IRPF de Rajoy a lo "bajaremos cuando nos de la gana" por De Guindos, La subida del IVA, ¿lo que antes era malo ahora es bueno? y La deducción por vivienda habitual en el IRPF para el 2013 vigente todavía ¿hay trampa?