India se beneficia de bajos precios del petróleo y crece al mejor ritmo de los últimos 5 años
A pesar de los tiempos difíciles para la mayoría de los países emergentes, India continuó su expansión económica alcanzando una tasa de crecimiento de 7,5 por ciento en 2015 y superando a China que el año pasado creció 6,9 por ciento, su tasa más débil en los últimos 25 años. De acuerdo a la cifras del gobierno de Nueva Dehli, para el año fiscal que termina en marzo se espera un crecimiento de 7,6 por ciento, el más alto de los últimos cinco años. La economía de la India ya se ubica entre las diez más grandes del mundo y se prevé que alcance el tercer lugar, después de EEUU y China, en menos de 15 años.
Uno de los factores principales de este crecimiento sin precedentes para India ha sido la caída de los precios de petróleo. India es un importador neto de petróleo, y los precios más bajos ayudan a reducir la inflación. El petróleo ha sido el mayor impulsor del crecimiento al añadir más del uno por ciento al aumento del PIB tras incrementar el poder de compra de los individuos, compañías y el gobierno.
Otro factor importante también ha sido la demografía, ya que la mitad de su población cercana a los 1.300 millones de habitantes tienen menos de 25 años. Se espera que para 2020, se convierta en la nación más joven del mundo, lo cual significa no solo una mayor mano de obra sino también un mayor mercado de consumo. Uno de los más entusiastas con este potencial es Tim Cook, el CEO de Apple, quien reconoció que las ventas del iPhone crecieron un 76 por ciento respecto el año anterior y anunció que abrirán sus primeras tiendas al por menor en India.
No obstante, algunos analistas se muestran escépticos con respecto a estos resultados, desconfiando de las cifras oficiales. Se piensa que la cifra está inflada, y que los sectores como las tecnologías de la información están en auge mientras que los fundamentos esenciales como la agricultura y la fabricación industrial no dan resultados tan buenos. El nivel de endeudamiento de las grandes empresas se acerca a niveles insostenibles y lo más preocupante es que muchas de las reformas prometidas por el gobierno no se han materializado. La reducción de la burocracia para las pequeñas empresas apenas se ha movido del lugar 134 al puesto 130 y la infraestructura del país sigue siendo insuficiente.
Un país de bajo perfil
Sin embargo, y pese a las dudas, es dificil negar la sorprendente expansión que ha tenido India y que, a diferencia de China, no ha convertido en influencia global. Esto es porque India ha figurado siempre como un país de bajo perfil y de poco peso en la escena internacional. También, y como aseguró en 2013 el ex primer ministro Manmohan Singh, "India sigue siendo un país pobre". Esto es porque India tiene un largo camino por remontar antes de igualar en tamaño a la economía China, la segunda en tamaño en el mundo después de Estados Unidos.
Con un PIB levemente superior a los 2 billones de dólares, la economía India es la quinta parte de la de China y la octava de Estados Unidos. A nivel global, India ocupa el décimo puesto, detrás de países como Italia, Brasil y Rusia.
Entre China e India se concentra un tercio de la población mundial. Ambos países desplazaron a Japón y Estados Unidos como potencias manufacturera y de servicios. China se convirtió en una gigantesca potencia industrial, fabricando todos los bienes de consumo que las naciones occidentales querían comprar, mientras India se especializó en la exportación de servicios, particularmente en sectores como la informática, donde verdaderos ejércitos de programadores trabajan para firmas locales y extranjeras ayudando a redactar los códigos con los que operan muchas de las computadoras del mundo.
De acuerdo a datos del FMI, India continuara siendo la economía emergente de mayor crecimiento en el mundo dado que a diferencia de China, India es una democracia parlamentaria y en esta nueva fase del crecimiento se depende más del emprendimiento individual para la creación de empresas de alta tecnología. En este punto el sistema indio, con su apego al imperio de la ley y la democracia, puede ofrecer mejores incentivos a los inversionistas privados. De ahí que algunos piensen que es más probable que el "próximo Apple" aparezca en India antes que en China.