Para entender el éxito de Bukele, así eran las brutales cifras de violencia de El Salvador que parece que todos los medios ignoran

Para entender el éxito de Bukele, así eran las brutales cifras de violencia de El Salvador que parece que todos los medios ignoran
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En los países de América Latina se ha hecho popular en los últimos años una frase atronadora: “¡Aquí se necesita un Bukele!” Lo cierto y verdad es que los datos están del lado del recientemente reelegido presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que durante los últimos cinco años ha conseguido reducir drásticamente las cifras de violencia y la actividad de los pandilleros en el país. La pregunta que ahora algunas instituciones internacionales se hacen es; ¿a qué precio?

Su respaldo en las urnas el pasado 4 de febrero fue abrumador, pues los otros cinco candidatos que se presentaron apenas aglutinaron un 12% de votos entre todos. Las elecciones se convirtieron en un mero trámite después de que la Corte Suprema de Justicia salvadoreña le diera el visto bueno para presentarse nuevamente a presidente. Algo peculiar, pues la Constitución del país prohíbe la reelección presidencial inmediata.

La estela de Bukele no tiene límites y le han salido seguidores tanto en Ecuador como en España, donde algunas figuras políticas incluso se muestran partidarias de imitar su modelo.

Las cifras están de su lado

Este hito histórico en los últimos 80 años no ha sido el único conseguido por este joven carismático salvadoreño. Los otros partidos políticos se dedicaron a realizar mítines y a lanzar mensajes en los diferentes medios de comunicación, mientras que Nuevas Ideas, el partido de Bukele, tan solo lanzaba un mensaje: “si Bukele pierde, los pandilleros vuelven”.

Según datos oficiales publicados en enero de 2024, 2023 fue el año con un menor número de homicidios en toda la historia del país. Tan solo se registraron 154 homicidios, es decir, una tasa de 2,4 por cada 100.000 habitantes. Anteriormente, en 2022, se contabilizaron 495 homicidios, 7,8 por cada 100.000 habitantes. Unos datos que la propia ONU ratifica.

El punto de inflexión fue el régimen de excepción decretado por el presidente salvadoreño el 27 de marzo de 2022 (ese día fueron asesinadas, al menos, 62 personas). Bukele declaró la guerra contra las pandillas, las conocidas como ‘maras’, que durante más de tres décadas aterrorizaron al país. Desde su llegada en 2019, logró encarcelar a más de 75.000 personas y construyó la cárcel más grande del mundo para albergar hasta a 40.000 delincuentes; el denominado como Centro de Confinamiento del Terrorismo.

El megacentro penitenciario se presentó días después de que el Gobierno de EEUU revelara una acusación condenatoria en la que detalló que el Gobierno de Bukele alcanzó acuerdos secretos con la pandilla MS-13 para detener la violencia en el país. Todo ello, a cambio de tratos de favor a los líderes de dicho grupo.

Pese a todo, hay que tener en cuenta los datos. En 2019 se registraron más de 2.390 muertes y en 2020 fue de más de 1.340, atribuidas principalmente a miembros de pandillas. Pero es que las tasas no bajaban de 103 y 36 homicidios al día por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2019.

¿El lado oscuro de Bukele?

Es cierto que las cifras de extorsiones y de violencia en el país por parte de los pandilleros han bajado, aunque desde entonces se desconocen cuántos presos (se calculan que entre 6.000 y 20.000) han sido encarcelados injustamente en una campaña masiva de arrestos, partiendo únicamente de una denuncia anónima.

De hecho, desde el inicio del régimen de excepción, se han producido miles de torturas y más de 210 reos fallecidos. Si bien es cierto, los jueces están dictaminando desde entonces sentencias en juicios colectivos en solo cuestión de minutos.

Pero los salvadoreños únicamente valoran que Bukele es un líder carismático que ha traído seguridad a sus vidas, sin importarles la erosión de unos valores democráticos que ha llegado a encarcelar a casi el 2% de la población nacional.

La violencia se combate con más violencia

Una encuesta emitida por el Instituto Universitario de Opinión Pública reflejaba que en diciembre de 2019, el 70,4% de los salvadoreños aseguraba que le preocupaba la delincuencia, mientras que en diciembre de 2023 ese porcentaje bajó hasta un 4,3%. Si bien es cierto, Amnistía Internacional recogió en un informe de diciembre de 2023 que los derechos humanos del país se estaban deteriorando.

Bukele ofrece al pueblo del Salvador la seguridad que necesita, pero a costa de procesar, detener y violar los derechos de miles de personas consideradas inocentes. Esto implica la detención arbitraria de más de 150 personas al día, a veces por cuestiones simples como apariencia física, por estar en la calle a una hora determinada o por caminar por un barrio concreto, apunta Tamara Taraciuk, directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch.

Pese a todo, el joven líder populista de la derecha salvadoreña se mantendrá firme en el poder durante los próximos cinco años, siendo su conocida y temida ‘mano dura’ el ejemplo a seguir en el país. Y es que su grado de popularidad e impacto mediático ha llegado, incluso, a superar al Papa Francisco.

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