Reindustrializar España es uno de los grandes mantras económicos que repiten los políticos, pero la realidad es que vamos para atrás: ha caído 6 puntos en los últimos 20 años

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Sergio Delgado

Es un mantra que, como tal, repiten cada cierto tiempo los políticos: es imprescindible reforzar el sector industrial de España para hacer de nuestro país, una región más competitiva y poderosa. Pero es solo eso, un mantra. Las acciones brillan por su ausencia y los datos hablan por sí solos.

Ni PP, ni PSOE han conseguido parar en los últimos 20 años la caída de la producción industrial. Los datos revelan que lejos de avanzar en la tan necesaria reindustrialización, el país vive una tendencia totalmente opuesta marcada por una peligrosa y sostenida caída.

El contexto internacional y la geopolítica juegan, además, en nuestra contra. Donald Trump y sus famosos aranceles, está apostando por el retorno de la producción local a EEUU. India no deja de ganar terreno en el sector manufacturero, donde China sigue dominando con mano de hierro.

¿Qué le está pasando a España? ¿cuál es el papel que juega Europa en este asunto? La brecha respecto a las economías avanzadas sigue ensanchándose.

Una pérdida constante a nivel económico y laboral

Basta con ver los datos públicos para poder hacerse una idea de la situación actual que vive la industria en nuestro país. El año 2000, casi una década antes de la gran crisis financiera, la industria manufacturera representaba el 17,9% del VAB en España, es decir, del Valor Añadido Bruto.

Dos décadas más tarde, este ha caído y mucho. Hasta 6,1 puntos, quedándose en un 11,8%.  Y ojo, también el empleo que, aunque en España ya supera los 22 millones de ocupados, los de la industria siguen languideciendo. El sector ha pasado de representar el 17,3% del total a solo el 9,9% de la tasa de empleo. Es decir, en veinte años hay 700.000 puestos de trabajo menos de empleo industrial español.

Nos hemos quedado rezagados respecto a nuestros vecinos europeos. En la UE la industria representa el 15,6% del valor añadido y el 13,7% del empleo. Bruselas, afirma, quiere alcanzar el 20% del PIB industrial. Ardua tardea. ¿Es España menos competente que hace dos décadas?

La desindustrialización es un lastre estructural

Esta tendencia descendente no es solo algo coyuntural. Forma parte de un proceso negativo de desindustrialización prolongado. ¿Las razones? Muchas no, muchísimas.

A grandes rasgos: la globalización, la deslocalización de la producción y un escenario económico que ha favorecido a sectores de bajo valor añadido como son el turismo o la hostelería, por citar solo algunos ejemplos.

Todo ello, ha llevado a que nuestro país tenga ya un tejido productivo con menor peso exportador. Y es que, las exportaciones industriales suponen solo el 20,3% del PIB mientras que la media europea es del 31,1%.

Este debilitamiento industrial también tiene otra consecuencia negativa: se genera empleo de poca calidad. No hay que olvidar que la industria manufacturera ofrece históricamente sueldos más altos, contratos que también son más estables y mejores condiciones laborales que otros sectores. Por lo que la reindustrialización no es solo una necesidad económica, sino social.

Europa se estanca y Estados Unidos y China avanzan

Tampoco nuestros vecinos se salvan de este retroceso industrial. Francia ha visto caer su empleo industrial del 17% al 11% en estas dos últimas décadas, mientras que en Italia tampoco pueden estar muy contentos, la caída ha sido del 20% al 15%.

Por su parte, Estados Unidos lo ha tenido claro: quería y quiere más industria. De ahí que la producción nacional haya sido impulsada con programas de incentivos fiscales, reducción de burocracia y leyes, y apoyo a sectores estratégicos. Las consecuencias están siendo directas: recuperación parcial del empleo en industrias clave, sobre todo en energía y tecnología.

China, tampoco se queda atrás. Sobre todo, tras la pandemia, ha incorporado políticas de fuerte inversión en manufacturas e investigación. El motor y el textil son sus armas.

El problema de la baja productividad

Otro de los grandes desafíos de la industria española es su poca productividad si la comparamos con la media europea, la nuestra es un 5,4% inferior. Una distancia aún mayor si se compara con Alemania, donde la diferencia alcanza el 29%, o con Francia, donde es del 16%. ¿Aprovechamos bien los recursos? ¿es la industria española suficientemente tecnológica?

El sector industrial en España lo componen más de 150.000 empresas, o sea el 4,8% del total del tejido productivo. Llega a emplear a 2,17 millones de personas , pero su problema es una digitalización insuficiente y una inversión reducida en I+D. en Europa, esta inversión es del 8,7% del valor añadido industrial, en España solo alcanza el 3,8%.

¿Qué hay de los subsectores estratégicos?

No todo es negativo si hablamos de los datos de la industria. Algunos subsectores muestran una mayor capacidad de resiliencia y crecimiento como el agroalimentario que representa el 19,4% de la producción industrial.

También presentan buenos datos la metalurgia (12,7%), la química-farmacéutica (12,1%), y el transporte (11,8%) aunque las dos primeras podrían verse afectadas por los aranceles de Trump.

La fabricación de maquinaria y equipos y los productos informáticos y electrónicos, es casi seis veces menor que la media europea.

La reindustrialización no debe seguir siendo un mantra. Fortalecer la competitividad industrial de España es una necesidad de presente y de futuro.

Imágenes | Wikipedia, Pixabay

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