
Prepararte un concurso como Pasapalabra implica horas y horas de estudio y dedicación. Ir a Honduras a concursar en Supervivientes es sinónimo de pasar hambre y penurias en una isla desierta. Mientras que intentar sobrevivir en Gran Hermano, puede llegar a convertirse en una pesadilla si tus compañeros de la casa te hacen la vida imposible.
No te queda otra que pensar en el premio final: un cheque con muchos ceros que puede cambiarte la vida, bueno a medias.
Y es que, en el momento en que el afortunado ganador sale del plató con el cheque simbólico de rigor, comienza también la `fiesta´ para el verdadero vencedor del concurso: la Agencia Tributaria.
Hacienda es la verdadera “superviviente”
En la última edición del programa Supervivientes de Telecinco, Borja se alzó como ganador con un premio de 200.000 euros. Sin embargo, su celebración no es tan redonda como parece.
Al residir en la Comunidad Valenciana, tendrá que pagar más de 87.000 euros en impuestos, lo que representa más del 43% del premio total. Esta cifra surge de aplicar una combinación de tipos impositivos estatal y autonómico, que juntos elevan su carga fiscal a casi la mitad del galardón.
Desde TaxDown explican que los premios obtenidos en concursos televisivos se consideran una ganancia patrimonial que no proviene de la venta de un bien, por lo que deben incluirse en la base imponible general del Impuesto sobre la Renta.
Esto significa que no solo se aplica una retención del 19% en el momento del pago, sino que, además, el importe completo se debe declarar en la campaña de la Renta correspondiente.
El lugar de residencia marca la diferencia de los premiados
Aunque pueda parecer irrelevante, el lugar donde resida fiscalmente un concursante puede suponer una diferencia de varios miles de euros.
En el caso de Borja, si en lugar de vivir en la Comunidad Valenciana fuera residente en Madrid, habría pagado unos 10.700 euros menosen impuestos. Esto se debe a que la parte autonómica del IRPF varía de forma considerable entre comunidades autónomas.
Así lo confirma Aitor Fernández, portavoz y experto fiscal de TaxDown, quien aclara: “Lo único que puede reducir la carga fiscal es el lugar de residencia fiscal, ya que la parte autonómica del IRPF varía mucho entre comunidades. Por ejemplo, si el ganador reside en Madrid, paga bastante menos que si reside en Comunidad Valenciana o Andalucía”.
Pasapalabra, sus premios millonarios y otros mordiscos de Hacienda
Un formato que suele dejar cifras récord es Pasapalabra, donde se han entregado premios multimillonarios. Rafael Castaño ganó 2.272.000 euros, aunque Hacienda se quedó con casi la mitad.
Tras aplicar un tipo impositivo total del 47% —compuesto por un 24,5% correspondiente al tramo estatal y un 22,5% por la parte autonómica de Andalucía— tuvo que abonar a Hacienda un total de 1.056.763,5 euros, lo que dejó su premio neto en 1.204.160 euros.
En el caso de David Leo García, con un premio de 1.866.000 euros, el impacto fiscal habría sido similar, aunque su situación exacta depende de su comunidad de residencia. Aun así, se estima que entre un 45% y 47% del premio terminaría en manos de Hacienda.
Un premio repartido en dos tiempos
Muchas personas creen que Hacienda cobra dos veces por el mismo premio, una al entregarlo y otra al hacer la declaración. Sin embargo, la realidad es diferente. “Primero, cuando te toca un premio, se aplica automáticamente una retención del 19%. Es un pago a cuenta, como un adelanto del IRPF. Después, al hacer la declaración de la renta al año siguiente, se revisa cuánto deberías haber pagado en total, teniendo en cuenta todos tus ingresos y tu situación personal. Si corresponde un tipo impositivo más alto, pagarás la diferencia. Si es más bajo, te devolverán parte”.
Este sistema genera cierta confusión, especialmente en los ganadores que no están familiarizados con el funcionamiento tributario. Por eso, se recomienda tomar precauciones para evitar sobresaltos financieros.
¿Qué hacer si te llevas un buen premio en tv?
Frente a la emoción de ganar una suma importante, la clave está en actuar con cabeza fría. Aitor Fernández aconseja prudencia y planificación: “Guardar al menos un 45-47% del premio en una cuenta separada para pagar a Hacienda en la siguiente campaña. Pensar en productos de inversión conservadora a corto plazo, como cuentas remuneradas o depósitos, hasta haber cumplido con Hacienda”.
Una vez satisfecha la deuda con la Agencia Tributaria, el resto del premio puede utilizarse para amortizar deudas, realizar inversiones o guardar liquidez para futuros proyectos. Pero todo empieza, por tener claro que esa cifra que aparece en pantalla no es, ni de lejos, lo que realmente acabará en tu bolsillo.
Hacienda gana aunque no participe en nada
El atractivo de los concursos televisivos reside en la oportunidad de cambiar la vida de sus participantes. Pero esa ilusión viene acompañada de un alto coste fiscal que no siempre se comunica con la misma claridad.
La emoción del premio suele nublar una realidad inevitable: el verdadero ganador de cualquier concurso de televisión no es el concursante, es Hacienda.
Y es que, como en tantos aspectos de la vida, en los concursos de televisión también hay reglas que, aunque no se ven en pantalla: se hacen notar al final del juego.