Me ha sorprendido leer hoy que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha sancionado a Abertis con una multa de 22,6 millones de euros por abusar de su posición dominante en la transmisión de las señales de TDT, ya que imponía contratos abusivos a las empresas a las que presta servicio.
Técnicamente me parece correcta la multa (no entro a valorar si la cuantía lo es). Abertis tiene un monopolio de facto, es la única que provee este servicio y cobra lo que quiere y además impone sanciones muy altas a las cadenas de televisión por rescindir los contratos.
El proceso de sanción comienza hace tiempo cuando Telecinco y Sogecable quieren salirse de Abertis y pasarse a una empresa competidora, Axión. Abertis pelea, rebaja y al final consigue que se queden. Axión denuncia y ahora gana. Lo curioso es que en todo este tiempo, Abertis ha comprado a Axión. Es decir, la CNC sanciona a Abertis por impedir la entrada de Axión en el mercado, pero ha dejado que Abertis compre a su competidor, quedándose prácticamente solo en el mercado.
Y es más, Abertis es el relativo nuevo nombre de Retevisión, que también era un monopolio pero al menos era público. Los monopolios privados no tienen sentido, y por mucho que se sancione a Abertis, la CNC no ha hecho nada porque surja la competencia en este mercado, ya que ha permitido que Abertis compre al que podía llegar a ser su competidor.
Todo es un despropósito. Si un mercado es un monopolio, ¿por qué dejarlo en manos de una empresa privada? Si Abertis abusa de su posición dominante, ¿por qué le dejas comprar a su competidor? Si le dejas comprar a su competidor, ¿por qué le sancionas porque impida a este competidor entrar en el mercado?
Vía | El País, Cinco Días Imagen | Archim