Alberto Fabra ha anunciado el cierre de la televisión autonómica valenciana, Canal9 después de que la justicia le haya pegado un tirón de orejas muy importante anulando el ERE que colocaba en la calle a unos 1.000 trabajadores por una serie de irregularidades importantes en el proceso.
La sentencia dictada por el TSJV anulaba todo el ERE y dictaba la readmisión de todos los trabajadores afectados por el ERE. ¿Las consecuencias? Una empresa en quiebra como Canal9 no puede asumir estos 1.000 trabajadores y por tanto, procede a su cierre completo, colocando en la calle también a los casi 700 trabajadores que quedaban en la empresa. Este es un "final glorioso" para una cadena brutal de despropósitos, pero no por ello menos esperado. La primera responsabilidad y más importante es la política que ha colocado una serie de Consejos de Administración que han sido capaces de crear un agujero superior a los 1.000 millones de euros en una televisión pública. Esto sucede cuando se usan las empresas públicas como medios de comunicación afines al poder y se pagan continuamente favores de todo tipo.
La segunda responsabilidad, la inflexibilidad en la restructuración de la empresa por parte de los representantes de los trabajadores. Los sindicatos que han negociado este ERE daban por hecho que Canal9 estaba blindado y que nadie sería capaz de cerrarla, por lo que han apretado en todos los puntos de la negociación siendo prácticamente inflexibles en la mayoría de los puntos del ERE.
Con este cuadro, la dirección de la empresa se pasó por los tributos de las vergüenzas los reglamentos de los expedientes de regulación de empleo discriminando a un grupo de trabajadores, que estaba cantado que la Justicia iba a anular el ERE.
La tercera, el bando de los perdedores, que son los realmente afectados. Los primeros, los 700 trabajadores que han van a quedar en la calle acompañando a los 1.000 compañeros que ya habían extinguido su contrato con el ERE y de rebote, todos los telespectadores de esta televisión pública.
Aunque respecto los telespectadores, ya tengo serias dudas de que realmente se pierdan algo, cuando el mayor logro de esta televisión fue introducir la telebasura en las parrillas televisivas. Eso sí, telebasura en valenciano que se exportó con facilidad al resto de televisiones públicas y privadas.
¿El futuro? Impredecible por ahora, pero a medio plazo, yo apostaría porque el parlamento valenciano vuelva a crear otra televisión autonómica y vuelva a las andadas.
En El Blog Salmón | Y con las televisiones autónomicas ¿qué? Imagen | dailyinvention