Son hispanos. Y son influyentes. Cada vez más. La comunidad hispana está alcanzando cotas de cada vez mayor relevancia en todos los niveles y su capacidad de influencia es cada vez mayor.AOL ha publicado un listado de los 100 hispanos más influyentes (vía Negóciame). Se trata de una lista un tanto heterogénea (en la que se mezclan personas del mundo empresarial, políticos, artistas...) pero que refleja una realidad que por otro lado no deja de ser lógica: a medida que las sociedades hispanas van dando pasos adelante, también dentro de un país como los Estados Unidos, lo normal es que los más importantes de sus miembros vayan ascendiendo en paralelo en la escala social.
Dentro de esta lista se encuentra gente como el jefe de la patrulla fronteriza, el director del laboratorio nacional de energías renovables, un comandante general de la Marina, un prestigioso abogado de Georgia, el VP de Ventas de Kimberly-Clark, un músico de jazz... en definitiva, personas que están codeándose con lo más granado del mundo académico, artístico o económico. Sin embargo, quizás lo más relevante no sean estos "influyentes", sino el fenómeno subyacente: los miles y miles de hispanos que en Estados Unidos han sido capaces de poner en jaque toda una economía, miles de personas con una identidad doble: estadounidenses, pero también hispanos. Es un fenómeno que a los WASP les cuesta comprender, pero tendrán que hacerlo si quieren armonizar el país en condiciones.
En España, en realidad, estamos empezando a vivir un fenómeno parecido. Quizás con 20 o 30 años de decalaje temporal. Pero muy parecido. Porque los inmigrantes cada vez suponen un mayor porcentaje de la población trabajadora. Porque cada vez se irá consolidando una "segunda generación" de personas, nacidas en España y por lo tanto españoles pero de padres inmigrantes, que compartirán con los latinos de USA ese mismo sentimiento doble.
Creo que es muy importante observar cómo se desarrollan los acontecimientos en los Estados Unidos. Nos puede servir de ejemplo de cosas a imitar, y también de cosas a evitar, para alcanzar el éxito en lo que es uno de los mayores retos de las economías globalizadas: la integración cultural.