Recordamos que hace un par de años, el banco español, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) intentó comprar el banco italiano, Banca Nazionale del Lavoro (BNL)
En esos momentos, el banco holandés, ABN-Amro, también estaba en esa batalla y, al final, se llevó el gato al agua.
Durante ese proceso, denunciamos varias veces los tratos de favor de Antonio Fazio, el entonces presidente del banco central italiano, con sus intentos de entorpecer las compras de un banco italiano por parte de bancos no italianos, a pesar de que era en contra de la ley europea tratar a un banco europeo no italiano de forma discriminatoria en comparación con su trato a los posibles compradores italianos.
El deseo de crear un campeón nacional en el sector financiero fue demasiado fuerte para Antonio Fazio y, como consecuencia, tomó unos pasos para favorecer a sus amiguetes locales.
Ahora vemos confirmación que actuó de forma ilegal en sus actuaciones y, por eso, los fiscales italianos han abierto una investigación.
En ese país vecino, nunca se sabe si estas investigaciones son válidas o si llegarán a buena conclusión pero ha estado claro desde el primer momento que sus actuaciones han sido muy dudosas y han parecido ilegales.
Esto es importante porque desde hace tiempo gobiernos italianos siguen con la farsa de que no hay intervención gubernamental en las operaciones del mercado cuando una empresa no italiana está en el proceso. Esas declaraciones han sido ridículas en el pasado y, con el nuevo gobierno de Silvio Berlusconi, lo estamos viendo otra vez, empezando con el intento de vender Alitalia a inversores locales.
No obstante, en el caso de la línea aérea italiana, no me importa que los locales ganen el derecho de perder millones.
Vía | BBC News (en inglés)