Los Pactos de la Moncloa, la reforma económica de la transición legada por Adolfo Suárez

Los Pactos de la Moncloa, la reforma económica de la transición legada por Adolfo Suárez
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Hoy ha muerto el expresidente Adolfo Suárez. Merece la pena mirar hacia atrás para ver la situación económica de la España de la Transición y las reformas económicas que se pusieron en marcha con el primer gobierno democrático postdictatorial al mando de la UCD. Este Gobierno destaca por dos grandes leyes, la primera de ellas, por la Ley 50/1977 de 14 de noviembre, sobre medidas urgentes de reforma fiscal. La segunda, que no fue una ley como tal, fue la rúbrica de los Pactos de la Moncloa, logrando el consenso de casi todos los partidos (no estaba el PNV) y sindicatos para diseñar el programa de reformas económicas necesarias.

Los Pactos de la Moncloa ya se habían rubricado y la Ley 50/1977 se aprobó con 180 votos a favor y 10 abstenciones en su paso por el Senado, para que nos hagamos una idea del grado de consenso establecido en todas estas leyes. Recordemos también que UCD no tenía mayoría absoluta y que para aprobar cualquier ley debía contar con más apoyos parlamentarios.

La ley 50/1977, la precursora de bastantes cambios dentro del mapa fiscal

La ley 50/1977 introducía en el sistema tributario el Impuesto sobre Patrimonio, con una definición muy parecida al impuesto actual, el impuesto sobre el lujo, eliminó de facto el secreto bancario y estableció la necesidad de comunicación de información financiera a Hacienda, como paso para mejorar la recaudación impositiva y acabar con el fraude fiscal.

resultados elecciones 1977

Esta ley introdujo también la figura penal del fraude fiscal y realizó la primera amnistía de la joven democracia. La justificación de esta amnistía fiscal tenía su origen y razón de ser en la descapitalización que estaba sufriendo el país desde comienzos de los 70 con los estertores de Franco y la inestabilidad política que se venía venir en el horizonte para muchos acomodados al Régimen.

Esta ley realizó un aumento transitorio de la cuota del impuesto de sociedades, realizó un aumento efectivo del IRPF mientras se preparaba un nuevo texto para la renta e introdujo cambios importantes en la tributación de los tipos de cambio. Como vemos, la ley era una subida de impuestos por todos los frentes, dado que las cuentas públicas estaban completamente asfixiadas y los pactos de la Moncloa requerían un gran aporte de gasto público como vamos a ver.

Los pilares de los Pactos de la Moncloa, el consenso económico y social

Los Pactos de la Moncloa introdujeron por primera vez en el vocabulario de los españoles el concepto de austeridad y control del gasto público, dado que se partía de la premisa de la fiscalización de dichos gastos. Como contrapartida, se realizó una dotación extraordinaria a la Seguridad Social de 60.000 millones de pesetas para el pago del seguro de desempleo y se adecuó un presupuesto global para la Seguridad Social de 100.000 millones de pesetas. El presupuesto anterior, estaba aproximadamente en 28.000 millones de pesetas, para contextualizar el volumen de gasto.

firma de los pactos de la moncloa

El segundo punto principal fue el acuerdo en la contención de precios, la inflación en 1977 estaba por encima del 22% y existía un riesgo de hiperinflación importante si no se controlaban los salarios y un mayor control monetario, parando la impresión de pesetas por parte del Banco de España y las constantes devaluaciones que se habían llevado a cabo en los últimos años. En los propios Pactos de la Moncloa, se firmó un compromiso de reducción de las cuotas sociales a la Seguridad Social y un mayor control de las prestaciones públicas otorgadas.

Destacan en simultáneo la reformulación de las pensiones con un incremento del 30% en las cuantías para 1978, la reforma del sistema financiero con la consiguiente los primeros pasos para normalizar el crédito oficial, se fijan los pilares de supervisión bancaria del Banco de España y se abre al mercado la figura de la inversión colectiva y los agentes mediadores del sistema financiero.

No podemos olvidar tampoco las leyes de reforma de arrendamientos rústicos, reformas en las políticas agrarías y pesqueras que permitieran la posterior liberalización de precios de bastantes productos y servicios como pudo hacer posteriormente el primer gobierno del PSOE siendo Miguel Boyer el ministro de economía y cómo se impulsaron las primeras reformas en el mercado energético y en la creación del estatus de empresa pública.

El traidor a la falange en acción

Merece especial mención cómo estos mismos Pactos de la Moncloa acordaron la libertad de prensa, se introdujo el derecho de reunión, la libertad de asociación, la libertad sindical. la despenalización del adulterio, amancebamiento, la eliminación de cualquier resquicio de legislación franquista del Código Penal y la revisión de las leyes de orden público. La traición a la Secretaría general del movimiento (Partido de facto de la Falange) de la cual fue secretario general hasta 1975, se perpetraba y la propia Falange comenzaba a revolverse contra estos cambios no previstos en el guión de la muerte del dictador.

Hoy es el día en que muchos se quejan de lo mal que se llevó a cabo la transición, lo poco que funcionaron los pactos de la Moncloa y de lo nocivo que fue Suárez para la política española. Como dice Jorge Galindo, Adolfo Suárez fue nuestro traidor, el traidor falangista reconvertido a demócrata que consiguió instaurar la Democracia en España y marcar las principales normas de juego. ¿Había alguien mejor para hacerlo? Ya es tarde para saberlo e incluso para juzgarlo. La Historia no se puede reescribir.

Más Información | Vespito En El Blog Salmón | Algunos datos económicos de la España de 1981

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