Nuestros lectores habituales sabrán lo que me molestan los anuncios de despilfarro que vemos casi a diario, durante ya muchos meses.
También he criticado lo poco que hemos ayudado a los países pobres aunque, depende de la ayuda. Es decir, no apoyo las transferencias libres y gratis que se enfrentan directamente a los grandes problemas que minan todo intento de ayuda, especialmente la corrupción y la falta de capacidad de los gobernantes de los países receptores.
Lo que más molesta son esas reuniones bonitas y ostentosas, especialmente las de los líderes de los países ricos. A estos líderes les encanta reunirse en estos encuentros con sus colegas, las personas más importantes del mundo.
Una de estas reuniones ostentosas fue la del G8 que sufrimos en 2005 en Gleneagles, Escocia, en el Reino Unido. En esta reunión, entre otros temas, trataron las necesidades de las zonas más pobres del mundo.
Dos de los que suelen llamar mucho la atención en estas reuniones, de una forma u otra, son los presidentes de Francia y de Italia. Estos señores suelen formar parte importante en estas reuniones grandes, declaraciones grandes y promesas grandes.
Por eso molesta tanto oír que estos dos países han fallado tan estrepitosamente en el cumplimiento de las promesas que anunciaron durante esa reunión del G8 en Gleneagles.
En esa reunión, se prometió ayudas de $21.500 millones para Africa hasta 2010.
Entiendo que queda tiempo pero ver que Francia e Italia han cumplido sólo el 7% y el 3%, respectivamente, de sus compromisos después de casi cuatro años de los cinco que se dieron, llama la atención y molesta.
Vamos a ver qué hacen en el tiempo que queda. Estaremos atentos.
Vía | Time (en inglés)
En El Blog Salmón | Ayudas al desarrollo suben pero no al 0,7% y Si el G8 pasara a ser G16
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