Los precios dinámicos llegan a los bares: te cobrarán más cuando estén llenos

Los precios dinámicos llegan a los bares: te cobrarán más cuando estén llenos
4 comentarios
HOY SE HABLA DE

Estamos muy acostumbrados a los precios variables cuando viajamos: los hoteles y los aviones son más caros en verano que en invierno. O cuando hay un evento importante en una ciudad. Es un sector que ha logrado que lo asumamos, la demanda condiciona el precio. Pero no es así en el resto de la economía.

Sin embargo empezamos a ver esta política en otros ámbitos en los que hasta ahora no pasaba. Los primeros en lograrlo fueron los Uber y compañía, aunque con mucha confrontación y polémicas con las autoridades (siguen sucediendo incluso en España). Pero esta variación de precios es imparable y cada vez llega a más sectores.

El por qué de los precios variables

Si hay una regla universal en la economía es que el precio es la variable que casa la oferta y la demanda. Y si hay poca demanda para mucha oferta los precios tienen que bajar y al revés. Por tanto tiene lógica que para una oferta dada (las plazas de un avión, las habitaciones de un hotel, el número de taxis de una ciudad) los precios se muevan según haya más o menos demanda.

Sin embargo hay otros sectores es lo que es complicado hacer esto. El típico ejemplo es un restaurante o un bar donde la carta tiene precios definidos y bien visibles (incluso por normativa) y cambiarlos según esté de lleno el local es complicado, tanto logística como reputacionalmente. Pero hacerlo tendría toda la lógica del mundo: ¿por qué va a tener un local una fila de gente en la puerta a la que no vab a poder atender bien si pudiera discriminar elevando los precios y quedándose solo con la demanda que realmente quiere consumir a dichos precios?

Pagar precios distintos por el mismo producto no suele gustar

El sector del turismo han conseguido que la variación de precios nos parezca normal ("puf, qué caros son los hoteles en verano, pero es que hay tanta gente") pero en otros sectores no encaja bien. Los usuarios muchas veces no están dispuestos a aceptar esta variación de precios. Por eso los negocios suelen usar trucos para variar los precios sin que el cliente se de cuenta de lo que están haciendo.

Un ejemplo es los menús del día de la restauración. Cuando hay una demanda más funcional, al medio día, ofrecen unos precios más ajustados. Pero por las noches, cuando hay más demanda de ocio y con más ánimo de gastar, los precios son más altos. Esto tiene que ver con la autofijación de precios (es decir, lograr que cada cliente pague lo que está dispuesto a pagar) pero también en adaptarse a la demanda.

Las marcas de tecnología también hacen algo parecido. Cuando hay mucha demanda (en los lanzamientos) los productos tienen un precio alto, y cuando pasan los meses y la demanda se va reduciendo empiezan a aparecer los descuentos. Samsung es un caso muy destacado de esto.

También existen negocios que saben cuando su demanda es más floja y lanzan ofertas especiales para atraer clientes. Por ejemplo los bares con la happy hour. Y algunas tiendas cuyo negocio es estacional también lo hacen, por ejemplo con las rebajas en enero, un mes típicamente de resaca de grandes gasto, aunque también hay ahí una intención de rotar el stock.

Parece que los precios variables se expanden

Pero por lo visto los precios variables cada vez están más aceptados en la sociedad. Gracias al turismo y a Uber la población cada vez entiende más que los precios vienen condicionados por la demanda.

Por ejemplo en el Reino Unido se está empezando a ver que algunos pubs ya están estableciendo precios según la demanda: cuando el bar está muy vacío los precios bajan y viceversa. La llegada de la Inteligencia Artificial y soluciones tecnológicas como pantallas y cartas digitales hacen que la parte logística sea posible, pero lo principal es que el público está dispuesto a aceptarlo.

Aún así para los consumidores es todavía un fenómeno raro y que incomoda. Y habrá presión para que los reguladores establezcan límites. Seguramente la mejor forma de "venderlo" a los clientes sea establecer unos precios oficiales altos y poner descuentos temporales (estilo happy hour pero de una forma continua y sin una hora marcada con antelación). A todo el mundo le gustan los descuentos.

Temas
Inicio