El secreto bancario y los paraísos fiscales han pasado a convertirse en un factor clave para la transparencia internacional. Su vinculación a la corrupción y al lavado de dinero han quedado al descubierto con la crisis financiera. Esta es una de las razones por las cuales los países desarrollados deben luchar contra la corrupción a escala internacional, que emplea el secreto bancario para disimular las transferencias de dinero sucio. En este mapa interactivo se puede ver el nivel de transparencia de los 180 países encuestados y aquí el índice.
Mientras Nueva Zelanda, Dinamarca y Singapur encabezan la lista de los países más transparentes del mundo de acuerdo a este estudio de “percepción de la corrupción”, España pierde cuatro puestos en el ránking, demostrando que la percepción de corrupción ha subido, pasando del lugar 28 que ocupaba el año pasado, al lugar 32. En la presentación en su sede de Berlín la organización ha destacado su lucha contra los paraísos fiscales señalando que “no debe haber refugio para el dinero corrupto”. Como cada año, los países en guerra son percibidos como los más corruptos, con Afganistán y Somalia como los dos peores.
En América Latina, Venezuela figura como uno de los países más corruptos del mundo, ocupando el puesto 162, mientras que Chile y Uruguay se ubican como los menos corruptos compartiendo el puesto 25, seguidos de Costa Rica (43) y Cuba (61). Brasil comparte con Colombia y Perú el lugar 75, México comparte el 89 con Rwanda y Argentina ocupa el 106. Estados Unidos se ubia en el lugar 19 y China en el 79.
Desde 1955, la organización publica en forma anual un índice de percepción de la corrupción que va de una calificación de “10” para un país percibido como “transparente” a “0” para uno visto como “corrupto”. En su informe, Transparencia Internacional no ahorra críticas a los países industrializados, en un momento en que los Gobiernos intentan relanzar la economía internacional inyectando una enorme masas de capitales públicos en programas de ayuda al crecimiento.
El primer acusado es el secreto bancario que “afecta los esfuerzos tendientes a combatir la corrupción y recuperar los haberes robados”. En ese sentido, TI relativiza su propio indice, indicando que el problema del secreto bancario concierne a “muchos países que dominan la clasificación”, como por ejemplo Suiza en el quinto lugar y Luxemburgo en el 14º. Por eso en el informe señalan que
“El dinero producto de la corrupción no debe poder encontrar zonas de refugio. Es hora de poner fin a las excusas”
En cuanto a los grandes planes de reactivación lanzados por los países industrializados, Transparencia Internacional advierte de sus efectos perversos.
“Cuando se gasta mucho dinero público en forma muy rápida y las administraciones que controlan los programas se ven desbordadas, el riesgo de corrupción aumenta. Es un gran factor de riesgo”, subrayó la presidenta de Transparencia en Alemania, Sylvia Schenck.
Algo queda en claro en las actuales circunstancias: la existencia de los paraísos fiscales ayudó a amplificar la crisis, de ai que se haya tornado en una necesidad cerrar el cerco a estos focos que protegen la corrupción.
Más informción | El País
Imagen | Corruption Perception Index