Se acaba de confirmar que la familia Botín ha sido denunciada ante la Audiencia Nacional por delito fiscal y evasión de capitales por la ocultación de fondos en el HSBC de Suiza. La familia Botín, son unos pocos españoles que aparecieron en los listados de las cuentas opacas del HSBC y tal hecho, junto con la incapacidad de la Agencia Tributaria en realizar una inspección como debe, ha degenerado en la denuncia de la familia Botín ante la Audiencia Nacional por fraude fiscal y evasión de capitales.
El caso es que la familia Botín en pleno regularizó la situación tributaria el año pasado al recibir el requirimiento de la AEAT sobre las cuentas en Suiza y en los correspondientes escritos de alegaciones que han presentado los miembros de dicha familia, se atribuye el origen de los fondos depositados en el extranjero a Botín padre, que falleció en 1993 y desde entonces dichos capitales han estado allí. No obstante, aquí hay que delimitar dos casos:
- El primero, que la familia Botín ha regularizado la situación fiscal, por lo que de entrada, te han pillado en un renuncio, tú pagas y después peleas si tú llevas razón y tienes que tributar o no.
- El segundo, que la AEAT acaba de demostrar un atropello con todas las letras, dado que si la situación tributaria se ha regularizado a partir del requerimiento realizado, no ha lugar en ningún caso el traslado de las actuaciones a la Audiencia Nacional imputando delitos contra la hacienda Pública y Evasión de Capitales hasta que se demuestre en inspección que la regularización no ha sido la correcta.
Desde julio del 2010 que se presentaron las declaraciones complementarias hasta junio del 2011 han transcurrido 10 meses y además, en el caso de prescripción sólo prescribiría el año 2005 el 30 de junio, quedando vigentes aún los años 2006 al 2009. Pero tal y como informa el auto de la Audiencia Nacional (PDF), la propia AEAT pone de manifiesto que:
“las actuaciones inspectoras se encuentran en fase de análisis de la numerosa información (dada la cantidad de entidades intervinientes), y de la documentación puesta a su disposición (con la dificultad que conlleva la distinta estructura de la información bancaria facilitada a la habitual en otras comprobaciones, el idioma...) para proceder a la identificación de la misma (extracto bancarios, cartera de valores, ...) con las declaraciones complementarias presentadas, y la posterior petición de nueva documentación que de este primer análisis se desprenda.
Traduciendo, no las hemos visto más grandes, ni idea de francés, ni ingles ni suizo, no sabemos cómo funcionan los productos de inversión y llevamos 10 meses mareando la perdiz y no tenemos ni la más remota idea si las declaraciones complementarias son correctas o no y si las imputaciones fiscales se han realizado correctamente.
¿Cómo nos cubrimos de gloria? Denunciamos delito penal aunque la situación esté regularizada y en el caso de que la regularización sea correcta, aplicamos el art 305.4 del Código Penal y archivamos las actuaciones ¿dónde queda el estado de derecho con esta actuación? Ojo, que este hipotético estado de derecho, no entiende ni de nombres ni apellidos y se supone, que aquí somos todos iguales ante la ley, te llames Botín o te llames López. En este caso, se está produciendo un abuso de ley con todas las letras, dado que la propia incapacidad de la Agencia Tributaria se traslada a la Audiencia Nacional para evitar la prescripción de los ejercicios investigados y ya regularizados. Y es un abuso para el ciudadano que se llame Botín y dirija el banco más grande de España, como para el que se llame López y trabaje de peón caminero y no haya presentado la renta en 5 años.
A efectos tributarios, esta práctica no es habitual y este caso, si la Audiencia Nacional archivara la denuncia a posteriori, deberían rodar cabezas dentro de la Agencia Tributaria y en el Ministerio de Economía. No se puede denunciar para ganar tiempo, hay que denunciar cuando existan indicios reales de delitos. Las leyes son las mismas para todos y hoy por hoy, no se traslada a la vía penal una inspección si ha existido una regularización voluntaria. Demasiado humo y poca enjundia en todo esto, claro está, salvo que se quiera dar publicidad a la existencia de cuentas en Suiza de la familia Botín. Pero para saber esto, no era necesario trasladarlo a la Agencia Tributaria, era un secreto a voces.
En El Blog Salmón | Ultimatum de Hacienda a los 3.000 españoles con cuentas opacas en Suiza, Urge terminar con los paraisos fiscales