La Superliga, un proyecto que puede morir antes de nacer pero que apuntaba a colarse en el Ibex 35

La Superliga, un proyecto que puede morir antes de nacer pero que apuntaba a colarse en el Ibex 35
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La Superliga puede ser el gran hito que vivirá el fútbol europeo en este siglo. Un cambio estructural que viene con un telón de fondo: dar respuesta a las necesidades financieras generadas por la crisis de la covid en las cuentas de los clubs europeos más ricos y el dominio de la UEFA en el fútbol europeo.

Si nos ponemos en contexto hasta la fecha, se había generado un monopolio por parte de la UEFA en el mercado del futbol europeo, lo que había supuesto claudicar ante la normativa impuesta por esta federación, unas reglas que afectaban negativamente a las cuentas de los grandes clubs de futbol por la alta distribución de los ingresos generados.

Examinando la Liga de Campeones diseñada por la UEFA, la competición por excelencia y que rivalizaría con la Superliga, se generan 2.040 millones de euros, pero el campeón del año pasado, el Bayern de Múnich, se embolsó poco más de 100 millones de euros, lo que supone repartir el dinero para beneficiar a los clubs de menor relevancia en el evento deportivo. Esta competición ha ido perdiendo el interés en los últimos años y se focaliza el seguimiento a partir de cuartos de final donde tienden a pasar los pesos pesados.

Obviamente la mayoría de grandes clubs no están a favor de generar tanta distribución y si a ello sumamos que la crisis ha ocasionado un déficit de 800 millones de euros en sus cuentas (salvo el Liverpool que debe presentar los resultados para la temporada 2019/2020).

El modelo de negocio de la Superliga que podría tener un pie en el Ibex 35

Hablemos del nuevo modelo de negocio de la Superliga. En primer lugar, JP Morgan Chase, el banco de inversión estadounidense que financia el controvertido proyecto, ha prometido a cada uno de los 12 clubs de fútbol fundadores de la Superliga europea un "bono de bienvenida" de 200 a 300 millones de euros, lo que permite ofrecer un balón de oxígeno ante la caída de ingresos experimentada y de ahí que haya sido sencillo conseguir alinear los intereses de los clubs. La financiación del banco de inversión estadounidense se ha fijado a un tipo de interés de entre el 2% y el 3%, y se ha establecido en un plazo de 23 años.

Estos clubs fundadores de la nueva liga son el Real Madrid (Florentino Pérez la presidirá), Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter de Milan, Milan y Juventus.

Curiosamente la lista presentada es la misma que la de equipos europeos que hoy presentan una mayor valoración en el mercado, siendo el Real Madrid quién lidera este ranking con una valoración de 3.478 millones de euros. Con estas valoraciones podría cotizar perfectamente en el Ibex 35, ofreciendo una mayor diversidad en el selectivo bursátil.

Clubs

Sin embargo, en las últimas horas ha habido movimientos convulsos. El PSG y el Bayern rechazan apoyar la creación de la Superliga Europea, Manchester City y Chelsea habrían comunicado a los clubs fundadores que no participarán en la nueva competición, tras las reacciones de sus respectivas aficiones.

En interesante examinar la cotización de Manchester United sobre cómo han recibido las novedades los inversores. Tras conocerse la adhesión a la Superliga sus acciones subían un 6,74% hasta los 17,26 dólares, pero, ante el cambio de posición, ayer sus acciones caían un 6,74% regresando a sus niveles previos. Este efecto arrastre vendría dado porque en el fútbol ingles se está criticando fuertemente el proyecto lo que podría llevar al Manchester United a abandonar el proyecto.

Manchester

Por el contrario, la Juventus experimentó una subida del 17,85% tras el anunció y una caída del 4,85% después de conocerse las informaciones que se derivan del futbol inglés.

Y no es para menos. Este proyecto presentaría unas cifras que avalan su rentabilidad: generarían el doble de los ingresos por la Liga de Campeones, alrededor de los 4.000 millones, y sobre todo y más importante, apartar la UEFA de cómo hay de distribuir ese dinero. Una competición a medida de los grandes clubs. Estas cifras se tratan de estimaciones con visión a largo plazo, ya que la crisis actual ha hundido los derechos del futbol con una caída del 20% y ha afectado a los patrocinadores.

En principio, tal y como se plantea la Superliga, no se busca hacer una competición cerrada sino que quince serán los clubs que se mantendrían en esta competición con la plaza garantizada y cinco clubs entrarían por méritos deportivos a esta competición (todavía no se ha diseñado el criterio específico de entrada).

El planteamiento tiene paralelismos con Estados Unidos, donde la participación en las competiciones más lucrativas de baloncesto, béisbol y fútbol americano está garantizada para los clubes que ya son miembros.

Hay un matiz importante en esta Superliga y es que sus componentes se han comprometido a gastar solo el 55% de sus ingresos en gastos deportivos, como salarios de jugadores, transferencias y honorarios de agentes. En la actualidad, los clubes europeos suelen gastar del 70 al 80% de sus ingresos únicamente en los salarios de los futbolistas. De este modo, se aseguran los respectivos clubs establecer un elemento de fuerza para detener las presiones salariales por parte de los jugadores.

El fútbol en tiempos de covid

La industria del fútbol europeo se ha encontrado en graves dificultades debido a las estrictas medidas sociales introducidas tras el repentino estallido de la pandemia. De hecho, las actividades empresariales y deportivas de los clubs se pusieron en pausa de una manera sin precedentes, dejando a miles de organizaciones y personal en territorio desconocido.

Con los clubs incapaces de albergar y jugar partidos, todas sus fuentes de ingresos se vieron afectadas. Y el problema ha sido que, los costes de explotación (es decir, principalmente los salarios de los jugadores) no han disminuido al mismo ritmo, lo que ha dado lugar a un impacto negativo en la rentabilidad financiera, lo que a su vez se ha traducido en una grave crisis liquidez.

Si bien varios clubes lograron reducir los salarios de los jugadores, no todos pudieron disminuir los costes operativos en proporción a la fuerte caída de los ingresos operativos. El Bayern y la Juventus consiguieron reducir los costes de personal (en un 6% y un 13% respectivamente) al acordar un recorte salarial por parte del personal de juego. Por el contrario, los gastos de personal del Real Madrid CF aumentaron un 4%, a pesar de que los jugadores se decidieron por un recorte salarial temporal del 10% durante la temporada y, por lo tanto, el club registró los gastos de personal más altos (411 millones de euros) entre los campeones.

Ecr2021 Chart 03

Como dato a tener en cuenta de las valoraciones del mercado, el valor agregado de los 4.180 jugadores de las 10 ligas europeas, analizados por la consultora KPMG, disminuyó en un total de casi 10.000 millones de euros, una caída del 26,5%. De hecho, la situación generalizada ha sido protagonizada por los números rojos aunque dos grandes equipos lograron entrar en territorio de beneficios: El Real Madrid (300.000 euros) y el Bayern (5.900.000 euros). Y entre los grandes perdedores tenemos a la Roma (204 millones), el Milan (194,6 millones), el Porto (116,2 millones ) y el Barcelona (97 millones).

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