Cómo Alemania está hundiendo ella sola su propia industria: su PIB se ha contraído un 0,3%

Cómo Alemania está hundiendo ella sola su propia industria: su PIB se ha contraído un 0,3%
Sin comentarios
HOY SE HABLA DE

Alemania no levanta cabeza. La conocida popularmente como ‘el motor de Europa’ mantiene su trayectoria descendente iniciada desde antes de la pandemia, agravada especialmente como consecuencia de su política energética, con una dependencia a Rusia al importar energía barata desde dicho país. No obstante, paulatinamente está logrando romperla en pro de fuentes renovables, prescindiendo del carbón y de la energía nuclear.

La paupérrima situación industrial se suma a la creciente tasa de inmigración que está soportando el país, lo cual genera una incertidumbre económica y un descontento social sin precedentes que no hace más que reforzar a la derecha populista del país.

El escenario económico es realmente complejo, pues las inversiones han descendido a la par que China encabeza el panorama económico actual. Alemania se enfrenta a una crisis existencial, pese a que su sector servicios representa el 70% de la economía nacional. Y es que el sector industrial sigue teniendo un gran peso en el PIB nacional, mayor incluso que el de sus socios de la Eurozona con un 24% en 2022, según datos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE).

Aún, el 10% de las empresas manufactureras europeas son alemanas y generan más del 30% del valor añadido bruto de la UE. Y es que representan más de una quinta parte del valor añadido de Alemania. Pese a todo, su PIB se ha contraído durante 2023 en un 0,3%, generándose un retroceso insólito.

La estrategia de Alemania

El objetivo de Alemania, históricamente reconocida como ‘el motor de crecimiento continental’ y cuarto PIB del mundo, según datosde la Agencia Estadística Alemana, fue la única gran economía de la OCDE que acabó 2023 en crecimiento negativo.

Previsiones del Instituto de la Economía Alemana (IW) auguran una nueva contracción del 0,5% para el PIB nacional en 2024. No obstante, el departamento de investigación de Deutsche Bank aboga por una nueva caída del 0,2% durante el presente ejercicio.

El gobierno de Olaf Sholz se muestra plenamente optimista y estima que el PIB crecerá un 1,3% en 2024. Un pronóstico plenamente optimista si se compara con las previsiones de crecimiento para Alemania, fijadas por la Comisión Europea (un 0,8%) o las estimadas por el Fondo Monetario Internacional (de un 0,9%).

Pérdida de poder para la industria germana

Alemania está perdiendo su liderazgo industrial europeo y el sector de la construcción, así como las serias dificultades que atraviesan entidades de la talla de Bayer, Volkswagen o ThyssenKrupp, hacen presagiar que 2024 será un año realmente malo hacia la desindustrialización.

Hay que tener en cuenta que Alemania ha estado siempre ligada al conflicto entre Rusia y Ucrania, pues se convirtió en un país dependiente del gas natural ruso (gracias al gasoducto Nord Stream), lo que ha degradado más aún si cabe a la economía nacional. No obstante, pese a que se cumplan casi dos años del inicio del conflicto, todo apunta a que Alemania todavía no ha logrado recuperarse en términos económicos.

Esos elevados costes energéticos explicarían el gran descenso del tejido industrial del país, así como la impopularidad del gobierno de Scholz. De ahí que el gobierno abogue por establecer importantes recortes del gasto, incluido el social, incorporando recortes de ayudas sociales a los desempleados para quienes rechacen ofertas de empleo.

En 2023, el porcentaje de energía producida por fuentes energéticas renovables superó el 50% del mix energético teutón, con un máximo histórico que logra superar el apagón nuclear de 2023, gracias a la pujanza de la energía eólica.

Alemania optó por mantener su mentalidad eco sostenible, pues antes del conflicto entre Rusia y Ucrania ya tenía pensado cerrar todas sus centrales nucleares. Ni siquiera los problemas de suministros posteriores evitaron que la decisión fuese revocada.

La situación es crítica para Alemania, que llegó incluso a concentrar el 40% de la actividad industrial del conjunto de la Eurozona tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Actualmente ese porcentaje ha descendido hasta el 36% como consecuencia de la crisis energética y de la inflación posterior a la pandemia que perdura hasta la actualidad.

Según datos de Eurostat, hasta el tercer trimestre de 2023, el Valor Añadido Bruto (VB) de la industria española había aumentado un 22,5% desde la declaración de la pandemia frente al 12,6% que lo había hecho la alemana. Por tanto, es el menor entre las cuatro grandes economías de la Eurozona.

Los sectores más perjudicados

Alemania ha pasado de ser la envidia mundial a ser un modelo de economía que nadie quiere imitar. A las serias dificultades económicas se le suman otros problemas sociales como la crisis migratoria que soporta el país.

La industria del automóvil cayó un 3,5% en junio de 2023 con respecto a los datos del mes anterior, justo después de que en mayo de 2023 experimentase un crecimiento del 5,8%. Durante el primer trimestre de 2023, la empresa china BYD logró vender más de 44.000 automóviles, mientras que Volkswagen totalizó unas 427.247 unidades.

De igual modo, el sector de la construcción cayó en junio un 2,8% con respecto al mes de mayo. Las principales empresas de este sector están saliendo del país, buscando unas condiciones económicas más favorables.

Temas
Inicio