Live Nation es una desgracia para la música, comisiones altísimas en conciertos hasta por la segunda mano

Live Nation es una desgracia para la música, comisiones altísimas en conciertos hasta por la segunda mano
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La industria musical se recupera después del severo revés que le dio la pandemia. La elevada demanda de espectáculos ha llevado a los usuarios a jugar una auténtica ‘guerra’ para conseguir sus entradas y a que surjan plataformas especializadas en la reventa de entradas a precios desorbitados. La pregunta que se hacen los consumidores y determinadas asociaciones es si realmente esas comisiones tan elevadas por la reventa son lícitas y hasta qué nivel pueden incrementarse.

En este contexto, plataformas como Live Nation y Ticketmaster están monopolizando la venta de entradas y estableciendo sus propias reglas de juego. En un informe reciente publicado por Statista se recoge que los ingresos brutos por venta online para conciertos equivalen a unos 33.800 millones de dólares en todo el mundo. Estas cifras superan en un 65% a las del año 2022, y suponen un 48,9% más que las registradas en 2019. Además, se espera que su crecimiento continúe hasta 2027, cuando se estima un incremento del 15,7%.

Pese a ser marcas independientes, Ticketmaster y la promotora de eventos Live Nation se fusionaron en el 2010, conformando Live Nation Entertainment. De este modo, han conseguido juntas aunar un 70% del negocio de la venta de entradas. Esta situación les ha llevado a enfrentamientos constantes, desde el año 2019, con el Departamento de Justicia Norteamericano, que los ha acusado de monopolio. Una práctica corrosiva para industria musical si el propio promotor de los conciertos de un artista es quien vende, e incluso revende, las entradas.

La reventa de entradas de Ticketmaster y Live Nation no está exenta de polémica. El método fan-to-fan ha llegado a España, tras cosechar cierta polémica en EEUU, y ha despertado el desacuerdo y la crispación entre los fans. Se viene comprobando que una vez que las entradas se agotan se ponen a la venta nueva entradas, en localidades que antes estaban completamente vendidas, pero a precios abusivos. Esto genera un sistema de reventa que roza la ilegalidad y que supera con creces los precios de los canales oficiales.

Esas comisiones altísimas por entradas de segunda mano, que Live Nation y Ticketmaster están apoyando, pueden acabar arruinando a la industria musical, y más en una sociedad que se enfrenta a una inflación generalizada y en la que la cultura, pese a la enorme aceptación y respaldo que tiene, ocupa un plano secundario.

Cada vez son más los usuarios que han manifestado sus quejas a través de foros de opinión y redes sociales, ya que aseguran que la reventa de entradas dentro de estas plataformas permite precios desorbitados e incluye gastos de gestión excesivos. Una medida completamente ilícita, pues la empresa llega a cobrar hasta dos veces una operación que ya se realizó con la compra inicial. Los gastos de gestión pueden ascender, en muchos casos, hasta los 120-150 euros, en función del tipo de entrada.

Un modelo de precios dinámico

Los elevados precios de las entradas y de los gastos de gestión han generado un gran revuelo en las redes sociales, aunque al tratarse de un sector privado, las plataformas cuentan con plena libertad para imponer sus precios. Y más, sabiendo la elevada demanda que existe y que se van a vender bajo cualquier concepto, ya que la música implica un elevado factor emocional.

Así es como surge el denominado suplemento Platinum, que llega a duplicar el precio de las entradas. Los usuarios pueden permanecer durante horas haciendo cola virtual en la web de venta de entradas, pero cuando logran acceder se dan cuenta de que ya no quedan localidades y que las únicas que existen son éstas con la denominada etiqueta extra. Además, se extienden por cualquier zona del lugar del concierto, independientemente del sector y de las características.

Las entradas Platinum que ofrecen plataformas como Live Nation y Ticketmaster están siendo calificadas por los consumidores como un servicio abusivo y de mala práctica jurídica. Al final, es un atentado contra la industria musical, pues se cambian los precios en mitad del proceso de venta sin ningún tipo de explicación legal clara. Y es que la normativa recoge la obligatoriedad de informar sobre las implicaciones que tiene cada partida de gastos.

¿Cómo se defienden las plataformas de venta?

Tanto Ticketmaster como Live Nation se acogen al modelo de venta de precios dinámicos para grandes espectáculos, asegurando que varían el coste de los tickets en función de la demanda. No obstante, Ticketmaster ha asegurado, ante las elevadas críticas, que ellos solo se encargan de hacer viable la transacción y que la operación la efectúa directamente Live Nation.

El concierto de Madonna, un claro ejemplo de práctica ilegal

Con la nueva visita de la artista internacional a España, desde que realizase la última en 2015, la reventa de entradas se ha disparado en plataformas. Live Nation ha decidido desarrollar una estrategia de fijar una serie de precios elevados a sus entradas, calificándose esta operación, por parte de abogados y experto en derechos de consumidores, como anomalía legal, engaño y mala praxis jurídica.

Cuando el pasado 17 de enero la cantante norteamericana anunció su nueva gira ‘The Celebration Tour’, con parada en Barcelona, los precios se elevaron por una entrada estándar desde los 40 a los 300 euros, siendo para los paquetes VIPs de hasta 900 euros. Por su parte, los gastos de gestión oscilan entre los 5,50 y los 120 euros.

Resulta curioso que la práctica del fan-to-fan implica que el nuevo precio que se imponga a las entradas de reventa no puede superar en un 20% el coste original, pero en el caso del concierto de Madonna, el precio ha sido mayor considerablemente.

Algo similar ocurre con el concierto previsto por Taylor Swift en Madrid para 2024, único de su gira en España. Este hecho circunstancial ha llevado a Ticketmaster y a Live Nation a permitir que el sistema fan-to-fan se encuentre operativo desde principios de septiembre en España.

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