Cuando Consultor Anónimo y yo hablamos acerca de mi incorporación a El Blog Salmón surgió el tema de las motivaciones. Una de las mismas consistía en mantener vivo mi cerebro, despierto, interactuando con los lectores y exponiendo mis ideas a la crítica pública. Vamos, mejor que las maquinitas esas que publicita La Sole de 7 vidas.
Lo cierto es que la realidad ha superado mis expectativas. Hoy por disfruto mucho con mi colaboración, aprendiendo con y de vosotros. Y voy a poner un ejemplo concreto, aunque abundan.
Este es que escribe, era, y prácticamente sigue siendo un absoluto analfabeto en materia relojera. La verdad es que jamas le habían llamado la atención. Hasta que, a raíz de un post sobre una nueva marca española, se desato mi pasión, mi ansia de saber por los mismos. Acababa de ser inoculado con un virus muy fuerte. Y en ello estoy enfermando. Y es aquí cuando uno descubre un hecho empresarial ciertamente curioso y con cierto sabor a deja vú.
En el mundo de la relojería llamémosle cara, o sería, y dejando de lado a los japoneses, existen dos grandes conglomerados mundiales de marcas. Por un lado esta Swatch. Swatch, que salvo a la industria relojera suiza de la amenaza nipona allá por los 80s, ha trascendido de su papel incial. De marca barata, de consumo, de moda, y con corazón de cuarzo, ha pasado a ser el corazón de un grupo empresarial gigantesco. Un grupo que ha dido comprando las viejas marcas relojeras, insuflándoles nueva vida. Así, pertenecen a Swatc marcas como Hamilton, Rado, Glashutte Original, Omega, Longines, Breguet, Tissot , BlancPain, etc...
Por otro esta el grupo Richemont, muy vinculado al mundo del lujo: Cartier, Panerai, Piaget, Dunhill, Vacheron Constantin, Jaeger-LeCoultre, IWC, Baume & ¿Qué hago con mi teconología, la comparto o la encierra bajo las siete llaves de mi marca?Mercier y Montblanc, sólo en el sector relojero.
Pero tanto un grupo como otro, y la inmensa mayoría de los independientes, suelen usar mecanismos comunes. Curiosamente uno se encuentra con el mismo calibre (el motor del reloj), por ejemplo, en piezas de 600 y de 3000 euros. Exactamente el mismo. Me refiero a los mecanismos llamados ETAs. Enemigos íntimos comerciales comparten una pieza tan sensible como esta. ¿Y quien es el afortunado fabricante de estos mecanismos? El grupo Swatch.
Nos encontramos con una historia que nos suena. Un fabricante que compite con otros en el mercado, pero que a su vez suministra las pìezas claves a la competencia. En el mundo de la informática esta historia es vieja conocida, tanto en el software como en el hardware. En menor medida, otro tanto ha ocurrido en la automoción.
Lo interesante (y lo semejante) se acentúa cuando se empiezan a oír rumores de como Swatch se plantea restringir o eliminar la comercialización de estas calibre a a empresas ajenas a su grupo. ¿Busca expulsar a la competencia de un mercado tan jugoso? En mi modesta opinión, se esta disparando en el pie. Si fuerza a la competencia a acudir a otros pequeños proveedores, que los hay, o a desarrollar sus propios mecanismos, es posible que disponga de una transitoria ventaja, pero habrá forzado a sus competidores a plantear una dura batalla en la diferenciación del producto. Batalla que, hoy por hoy, apenas le dan, acomodados por el suministro de sus calibres.
¿Qué hacemos con nuestra tecnología?, ¿la comercializamos a través de terceros o la encerramos bajo las siete llaves de nuestra marca? De un modo u otro, la Historia se repite. O eso decían innumerables pensadores. Entre otro Marx, que acuño aquello de que la Historia se repite, aconteciendo la primera vez como tragedia y la segunda como farsa. Vaya, que el asunto va degenerando.
Vía | Relojes Especiales
Más información | Tiempo de Lujo
Foto | Martin Kingsley