Ayer Lufthansa dio un paso que llevaba semanas anticipándose. Los billetes de avión que no se vendan a través de su web tendrán un recargo de 16 euros. Con esto pretende fomentar el uso de su web e incentivar a los usuarios a saltarse a los intermediarios.
Actualmente el principal intermediario en la venta de billetes del mundo, Amadeus (que curiosamente cotiza en la bolsa española y su sede está en Madrid a pesar de ser una empresa internacional), cobra 4 euros a Luftansa por billete vendido a través de su sistema. Por tanto no estamos ante una compensación de costes sino un claro gesto para desincentivar el uso de otros canales de venta.
Lufthansa se mueve, Amadeus sufre
Lo primero que llama la anteción es la fuerza con la que Lufthansa intenta eliminar a los intermediarios. Esto sólo puede significar que próximamente va a haber movimientos de otras aerolíneas en este sentido (de hecho hay rumores sobre el tema) o que la venta a través de su canal directo son bastante importantes.
Amadeus ha sufrido en bolsa con caídas de más del 10%, y las agencias de viajes también están bastante revueltas. Lo curioso del asunto es que precisamente estos intermediarios facilitadores están muy en boga ya que aportan a los usuarios una gran experiencia. En el caso concreto de la venta de billetes los metabuscadores son muy útiles para encontrar la mejor combinación y precio, cosa que sería muy complicada si tuviéramos que ir de web en web.
La guerra que ha empezado Lufthansa es muy interesante. No sé quién saldrá perdiendo, porque como no haya un movimiento global de todas las aerolíneas Lufthansa perderá viajeros debido a que sus vuelos serán los más caros y muchos usuarios ven los vuelos como un commodity: da igual la aerolínea, todas ofrecen exactamente lo mismo, lo único importante es el precio y el horario.
Sin embargo las aerolíneas llevan muchos años intenando fidelizar a sus usuarios, intentar ofrecer un valor añadido que fije las preferencias de estos por encima del precio. De momento llevamos décadas en que lo importante es, sin embargo, el precio. Lufthansa se ve con fuerza para perjudicar a otros canales de venta. Veremos quién sale perdiendo.
Imagen | Curimedia | P H O T O G R A P H Y