Desde la entrada en vigor de la actual ley concursal, no hay nadie que se mueva cómodo en este entorno jurídico. Se le han colocado parches por todos lados como la posibilidad de impugnar los acuerdos de refinanciación mediante el Art 71 perdiendo las garantías nuevas aportadas.
A pesar de esta problemática legal que existe a la hora de afrontar un concurso, hoy han salido los datos de situaciones concursales del segundo trimestre y tal y como vemos en el gráfico adjunto la situación en los juzgados mercantiles anda a unos niveles alarmantes.
Desde el primer trimestre del 2007 a este trimestre, se ha pasado de 238 procedimientos concursales a 1.727. Estas cifras no son nada buenas y dado el entorno jurídico que existe, tampoco creo que se consiga reflotar a esas empresas, tal cual promulga el espíritu de la Ley concursal.
Además, existe un vacío legal importante para la figura concursal de la persona física sin actividad empresarial, extremo que se quiere contemplar también en la próxima reforma que se haga, pero se le ha dado un plazo de nueve meses para su entrada en vigor y este plazo debería ser más corto.
A pesar de todas las situaciones que se planteen, creo que la diferenciación entre las situaciones que originan el concurso son bastante complejas y que en muchos casos, una quita de deuda por parte de los acreedores no convierte empresas obsoletas en viables.
Tal y como yo lo veo, no habrá una reforma concursal que satisfaga ni las necesidades de cobro de los acreedores ni la viabilidad de muchos proyectos empresariales a medio/largo plazo, por más que queramos dado que los entornos cambiantes en los que nos movemos generan unas situaciones de incertidumbre de difícil superación.
Más Información | Ley 22/2003 Concursal
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