Red Bull es una de esas empresas que se estudia en los masters y de las que se habla en los libros. Cuentan con una sola planta de producción allá en su Austria natal que se encarga de enviar 111 millones de latas anuales a 130 paises, y el grueso de la empresa se dedica, fundamentalmente, a la gestión de la marca. Es un paradigma de la "empresa vacía" de la que hablaba hace poco. Con estos mimbres se han hecho con el 50% del mercado de bebidas energéticas, por delante de monstruos como la Coca-Cola y las marcas blancas de las grandes superficies.
En España desembarcaron hace una década (no en los setenta como dice el artículo de El País que cito más abajo) de la mano de Osborne distribuidora. Ha sido la marca del toro (el negro, no el rojo) la encargada de la distribución de las bebidas en nuestro país, mientras que la estructura de Red Bull España se ha limitado a un equipo comercial y de marketing centrado, como decíamos, en la gestión y promoción de la marca. Ahora, finalizada la colaboración con Osborne, Red Bull asume la distribución como parte de un proceso de refuerzo que les ha llevado a incrementar su estructura en España hasta el centenar de personas, y que incluye abrir su mercado objetivo para competir con el resto de refrescos y no solo con las bebidas energéticas. El objetivo de la empresa, según su Director Comercial Carlos Senra, es soportar un crecimiento anual del 15%.
Para ello pretenden salir de su habitat natural, los locales nocturnos, para atacar el resto de establecimientos y así incluir Red Bull como otra bebida más disponible las 24 horas del día. Será interesante seguirles y comprobar si lo consiguen.
Vía | El País Más información | Infoaliment