Ayer mismo, hablando del Fondo Monetario Internacional y de la selección de su nuevo Director General, dije lo siguiente:
Para que se entienda, el despilfarro desenfrenado y descontrolado, déficits públicos altos y crecientes y deuda estatal alta y creciente perjudica la inversión privada, el crecimiento de las economías y el crecimiento del empleo. !El despilfarro no crea empleo lo destruye y retrasa su crecimiento!
Hace tiempo que hablo en estas páginas del impacto negativo de la creciente presencia de los políticos en las economías y que este impacto repercute en menor inversión, menor crecimiento y menor creación de empleo. Es increíble cómo tantos piden a gritos más intervención política para ayudar a la recuperación cuando este creciente intervencionismo tiene el impacto inverso.
Eso es una de las razones de por qué me interesó el último Economic Outlook de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), demostrando, como vemos en la tabla, que los países con menor deuda estatal tienden a crecer más, con o sin recesión o crisis, lo que he repetido tantísimas veces en estas páginas.
Por eso desde hace mucho he hablado de la importancia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, que empezó a funcionar en 1997 y que fué una parte clave del acuerdo que llevó a la introducción del euro. Que los países no cumplieran con sus compromisos fiscales exigidos por este Pacto, incluso cuando había boom económico, y que ahora ni se habla del tema, no hace menos importante el control sobre los déficits públicos y sobre la deuda estatal.
Al contrario, lo hace más importante ya que retrasa la recuperación y, cuando empiece a llegar la recuperación, se verá cargada con altos déficits y con alta deuda que tarde o temprano y de una forma u otra, se tendrá que pagar.
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