Los datos del paro presentados hoy y comentados por Alejandro ponen de manifiesto una tendencia clara: el número de parados cada vez es menor en nuestro país. Es evidente que el mercado laboral comienza a recuperarse y esta es una cuestión fundamental, pues según como de eficaz sea esa recuperación, así lo será también la salida de la crisis.
Alejandro hacía referencia en su post a un dato que no debería pasar desapercibido para nadie: sólo el 6,9 % de los contratos que se firman son fijos, el resto temporales. Esta cifra es muy preocupante y pone de manifiesto, una vez más, cuál es el gran problema de nuestro mercado de trabajo: la dualidad.
Nuestro país necesita urgentemente una segunda reforma laboral que ponga todo su énfasis en la creación de un empleo digno y estable a largo plazo. Haciendo uso de la flexibilidad laboral fruto de la anterior reforma laboral, muchas empresas, y esto lo sabemos todos, han abusado y, con la excusa de acabar con las rigideces de salarios, han precarizado las condiciones laborales sus trabajadores. Este no era el camino.
La solución no pasaba por ahí. Lo hemos comentado en multitud de ocasiones: los salarios de los españoles no son altos en comparación con los de nuestros vecinos europeos. La opción del contrato único (IC me corregiría para proponer el contrato libre), bien implementada, es a día de hoy la opción más sensata si queremos mejorar las condiciones laborales de los trabajadores españoles y acabar con la brecha entre fijos y temporales. El por qué nuestros políticos (con la salvedad de Ciudadanos) se niegan a tenerlo siquiera en consideración es para mí una completa incógnita.
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