Pierluigi Collina, el hombre orquesta que vino del fútbol

Pierluigi Collina, el hombre orquesta que vino del fútbol
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Posiblemente estemos hablando del árbitro de fútbol más reconocido y reconocible de las últimas décadas. El italiano Pierluigi Collina, con su impactante imagen y sus maneras dentro del campo, se ganó el respeto del mundo futbolístico. Pero, como de todos es bien sabido, el arbitraje no es una profesión duradera y, tarde o temprano, toca jubilarse. Sin embargo, a lo largo de los años de profesión, Collina supo forjarse una imagen, una verdadera "marca personal" que ahora es la que le da de comer.

Su carrera en el arbitraje fué impecable. Alcanzó las más altas cotas en su trabajo, arbitrando partidos en las competiciones más exigentes (Olimpiadas, Champions League, UEFA), siendo considerado durante varios años consecutivos el mejor árbitro del mundo y llegando a la cima como árbitro principal de la final del Campeonato del Mundo de Corea-Japón de 2002. Con una estupenda condición física pero, sobre todo, gracias a su versatilidad y saber estar en el terreno de juego (sabiendo ser severo cuando hacía falta, pero dialogante si la ocasión lo permitía), su figura (alto, calvo y huesudo) se hizo popular por los campos de media Europa.

Y Collina (que no tiene un pelo de tonto, valga el chiste fácil) optó inteligentemente por aprovechar esa popularidad. Fué "fichado" por Adidas para promocionar sus productos como Zidane, Beckham o Del Piero. Fué portada de uno de los mejores videojuegos de fútbol para PlayStation, el Pro Evolution Soccer. Tiene su propia página web. También le hemos visto anunciar coches con la mayor de las solturas.

Y precisamente este último acuerdo con Opel fué el que precipitó su salida del arbitraje. La Federación Italiana de Fútbol consideró que dicho contrato suponía una incompatibilidad para arbitrar en el Calcio y Collina, obligado a arbitrar en segunda división, dimitió. ¿Un hombre devorado por su propio mito? No lo creo. Al fin y al cabo, su jubilación estaba cercana por una simple cuestión de edad. Collina simplemente pensaba en su futuro, como debe de ser.

Futuro que ya está aquí, por cierto. Tan solo unos meses después de su despedida, Pierluigi Collina sigue explotando su individualidad, esta vez en forma de ponente. Así, hace unos días, se presentaba en Valencia para dar una conferencia sobre "Trabajo en equipo bajo presión". Sin duda, su carácter de icono mediático servirá para atraer a mucho público a sus conferencias, y a que los organizadores de estos eventos se peleen por tenerle en sus estrados.

No cabe duda de que este ex-árbitro ha sabido crear una imagen propia, y aprovecharla. Bien por él.

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