Algunos bancos centrales quieren lanzar su propia criptomoneda, todos los detalles

Algunos bancos centrales quieren lanzar su propia criptomoneda, todos los detalles
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Está claro que las nuevas tecnologías, desde hace unas décadas, lo han revolucionado todo y cada vez con mayor rapidez. Los usuarios cada vez más, pagan de maneras diferentes, y se disminuye el uso de efectivo en muchos países, en favor del uso del pago digital, como las tarjetas o a través del pago a través del móvil.

Esto ha provocado que los bancos centrales, entidades que se encargan de emitir las monedas y billetes de un país, se plantean si se deben adaptar a las nuevas demandas de sus ciudadanos y empezar a emitir su dinero digital. Esta decisión se debe tomar a conciencia, ya que como todo tiene sus pros y sus contras.

Nos podemos preguntar: ¿Cuáles van a ser los efectos que los bancos centrales se decidan a lanzar su propia criptomoneda?

Existen defensores y detractores en la emisión de moneda digital pública por parte de los bancos centrales

El Banco de Inglaterra, el Banco Popular de China o el Banco de Suecia han abierto la puerta a a las emisiones de las monedas digitales públicas.

Como en todos los temas de Estado, hay defensores y detractores de la emisión de moneda digital por parte de los bancos centrales, ya que unos argumentan que así se podría mejorar el funcionamiento del sistema de pagos como la gestión de la política monetaria, otros argumentan que estos beneficios no compensan y que los riesgos tecnológicos y para tener la estabilidad financiera se debe ir con precaución.

El Banco de España se ha pronunciado que las ventajas e inconvenientes van a depender, en gran parte, de las modalidades elegidas para la emisión de la moneda digital pública, es decir, si se respeta o no su carácter de anonimato, y si se contempla o no que este tipo de dinero vaya a ser remunerado.

Ventajas y desventajas de la emisión de moneda digital para los bancos centrales

Entre las ventajas de emisión de moneda digital para los bancos centrales se pueden destacar:

  • Disminución de la demanda de efectivo: los pagos con tarjeta o con el móvil están a la orden del día, y cada vez disminuyen más la demanda de dinero en efectivo, por esto que la emisión puede tener un efecto positivo. No obstante, también podría tener un efecto negativo dado que se puede dar el señoraje, es decir, el beneficio que obtiene el banco central por la emisión de billetes es traspasado al Tesoro, y si se reduce por la falta de emisión de monedas y billetes, eso podría provocar un aumento de impuestos o disminución en el gasto público.

  • Una posible mejora de algunos aspectos del funcionamiento de los sistemas de pago: se pueden producir beneficios en productividad asociadas a la introducción de las monedas digitales, aunque no queda claro que si estas mejoras proceden de la introducción de monedas digitales públicas y no de la extensión y mejora de las actuales monedas digitales privadas.

  • Posibles mejoras en la gestión de la política monetaria: si la moneda digital pública es remunerado su tipo de interés va a pasar a ser un instrumento clave para la implementación de la política monetaria, ya que va a afectar a las decisiones de ahorro y de inversión de las familias y las empresas, tanto de forma directa (a través del pago de los fondos depositados en el banco central) como de forma indirecta (al establecer un límite inferior al pago de los depósitos bancarios). Esto va a permitir desligarse, en parte, la transmisión de la política monetaria de la situación financiera de las entidades bancarias, lo que puede ser bastante importante cuando se den períodos de crisis financieras.

En el caso de la economía de monedas digitales públicas, el tipo de interés sería el que marcarse el suelo de los tipos de interés, lo que rompe con la actual asimetría en la gestión de la política monetaria que se realiza en torno al nivel cero de los tipos de interés, permitiendo mayores recortes en los tipos nominales en el caso que fuera necesario.

  • Intentar luchar contra el fraude fiscal, blanqueo de capitales y mejora de la inclusión financiera: las monedas digital pueden desempeñar un papel principal contra la lucha del fraude si su tenencia no es anónima, es decir, cuando el banco central tenga un registro activo de todas las transacciones (aunque si no es anónimo, supondría una pérdida de privacidad individual y se necesita que el banco central hiciera una inversión en infraestructura para verificar cada transacción en todo momento).

Esto se necesitaría que se eliminaran por completo el uso de efectivo para evitar así que siga siendo utilizado para actividades ilegales. Sin embargo, reemplazar las monedas y billetes por monedas digitales no anónimas no va a suponer el final de dichas actividades delictivas, que aún tendrían activos para sus fines, como sería divisas de otros países, oro...

¿Las monedas digitales de los bancos centrales servirán para desbancar a Bitcoin?

Otras de las muchas razones que se estiman para la emisión de dinero digital por entidades públicas es la fuerza que está tomando criptomonedas como bitcoin, ethereum o litecoin.

Se teme que las monedas digitales públicas pueden acabar ganando aceptación y desplazando al dinero de curso legal de cada uno de los países, por lo que se piensa que los bancos centrales deben tomar cartas en el asunto lanzando monedas digitales para no perder el control sobre la gestión de la política monetaria a la economía real, lo que podría desestabilizar los precios.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El Banco de España piensa que actualmente este motivo resulta de poco peso dado que el valor de mercado de las criptomonedas no es representativo y su medio de intercambio todavía es limitado.

Pero de momento, debemos considerar que existe una fuerte volatilidad que con frecuencia presentan sus valoraciones las que hace poco atractivas como unidad de cuenta o depósito de valor. Pero seguro que con el tiempo esto irá cambiando.

¿Qué posibles problemas tener las entidades bancarias?

Las consecuencias de introducir una moneda digital, si se opta por la vía de la no remuneración, la remuneración de las reservas de los entidades financieras comerciales en el banco central seguirá constituyendo el suelo de los tipos de interés de corto plazo en el mercado de interbancario, variable fundamentalmente en la gestión de las decisiones de política monetaria.

Los problemas llegarían, a los bancos centrales, si se opta por la opción de una moneda digital pública remunerada. Esto afectaría a la rentabilidad del sector de entidades bancarias y podría incentivar las retiradas de fondos por parte de los depositantes, es decir, que se creen episodios de pánicos bancarios, haciendo estos potencialmente más probables e intensos.

En este caso, las entidades bancarias se vería forzadas a aumentar la remuneración de los depósitos por encima del tipo de interés, lo que disminuiría sus margenes de intermediación, podría llevar a una disminución de la oferta de crédito y a su aumento de valor, y seguramente, a una contracción en la capacidad de intermediación del sistema bancario del país.

En El Blog Salmón | El primer Bitcoin estatal (serio) puede ver la luz en... Suecia (otra vez)

Imagen | Flickr

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