A los que habéis estado en ERTE en España en 2020: estáis obligados a hacer la declaración de la renta y por esto os saldrá a pagar

A los que habéis estado en ERTE en España en 2020: estáis obligados a hacer la declaración de la renta y por esto os saldrá a pagar
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Si el 2020 fue duro para muchos trabajadores que fueron afectados por los ERTES, el 2021 les depara una sorpresa desagradable. Aunque era algo que ya se sabía Hacienda lo ha confirmado, no habrá cambios en el IRPF y todo seguirá según la normativa sin excepciones.

Y esto implica que los afectados por ERTEs están obligados a presentar la declaración de la renta y a muchos de ellos, además, les saldrá a pagar. Vamos a explicar por qué ha sucedido todo esto.

Cómo funciona el IRPF

El IRPF es un impuesto que se calcula sobre todas las rentas que reciben las personas físicas en un año natural. Como es muy duro que al acabar un año los trabajadores reciban una carta con lo que tienen que pagar existe un sistema de retenciones, es decir, a lo largo del año se va pagando parte del IRPF. Pero luego hay que comprobar si estas retenciones fueron correctas.

Ese momento de comprobar si todo está bien es la declaración de la renta. Ahí se incluyen todas las rentas recibidas durante el año, las retenciones prácticadas y si sale a pagar o a devolver.

La campaña de la renta de 2020 (es decir, de las rentas recibidas durante 2020) comienza el 7 de abril de 2021, es decir, dentro de un par de semanas. Es decir, será el momento de compensar el exceso o defecto de retenciones del impuesto. Esta es una breve explicación pero en anteriores ocasiones hemos entrado más en detalle.

Múltiples pagadores

Uno de los casos curiosos del IRPF es que no todos los declarantes están obligados a presentar la declaración. Si el salario es inferior a 22.000 euros brutos y de un solo pagador, no hace falta. ¿Por qué? Porque con dichos sueldos las retenciones suelen estar bastante ajustadas, la diferencia es muy escasa para todo el papeleo que genera tener que presentar declaración.

Aún así es conveniente hacerla ya que si sale a devolver se puede presentar y el Estado devolverá las cantidades retenidas de forma excesiva. Si sale a pagar no se presenta declaración y ya está.

Sin embargo si un trabajador tiene varios pagadores, recibiendo al menos 1.500 euros del segundo en importancia, y el total supera los 14.000 euros, entonces hay que presentar la declaración. ¿Por qué? Simplemente porque cada pagador calcula la retención a aplicar como si fuera el único (no hay obligación de decirle a los pagadores que existen otros trabajos) y por tanto las cantidades retenidas son bajas respecto a lo que realmente saldría con un único pagador (ya que existe progresividad en el impuesto).

Los trabajadores que han estado en ERTE han cobrado de varios pagadores: su trabajo original y el SEPE para las cantidades del ERTE. Esto implica que aquellos que normalmente no presentaban la declaración por ganar menos de 22.000 euros este año sí que tienen que presentarla.

Rentenciones de menos

El segundo problema es el cálculo de la retención del SEPE en el caso de los ERTE. Resulta que sí podrían haber ajustado la retención para que las declaraciones no salieran a pagar, pero no se ha hecho (al menos de forma general). Las retenciones han sido bajas y por tanto los trabajadores que han estado en ERTE y tengan obligación de presentar declaración, con casi total seguridad tendrán que pagar.

¿Es justa la situación? Depende. Por un lado, sí. Que la declaración salga a pagar significa que durante el año pasado se retuvieron cantidades inferiores, y ahora toca compensar. Es decir, ese dinero nunca fue del trabajador, si las retenciones hubieran sido más altas no lo habrían llegado a tener. Yo, personalmente, prefiero que la declaración me salga a pagar, prefiero tener el dinero yo y pagarlo a posteriori que me quiten de más y tener que estar pendiente de la devolución.

Por otro lado las personas afectadas por los ERTE lo han pasado mal y están en una situación vulnerable. Algunos siguen en ERTE. Otros han visto como el ERTE se convertía en ERE. Y muchos están en una situación económica complicada. Por ejemplo en EEUU se ha decido que las prestaciones por desempleo no tributaran el año pasado, para simplificar y no hacer leña del árbol caído.

Sea como fuere, si la declaración sale a pagar siempre está la opción de fraccionarlo en dos pagos (60% en junio y 40% en noviembre) sin coste alguno.

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