Los datos del INE sobre el primer trimestre del año señalan que la tasa de ahorro de las familias ha llegado al 7,9% de la tasa disponible, frente al 2,8% del año pasado. Se trata de la tasa de ahorro más alta desde 1995. Este repunte del ahorro está provocado principalmente por el miedo a la crisis. Por lo que pueda pasar, vamos a ahorrar.
La parte negativa de este repunte es que parte de este ahorro se detrae del consumo, con lo que la economía se ve abocada a una prolongación de la crisis. Es la profecía autocumplida: hay crisis, así que ahorro por lo que pueda pasar, no gasto, y como no gasto, la economía va peor. Sin embargo el ahorro, aunque a corto plazo pueda ser malo, a largo plazo es muy positivo, porque ayuda a reducir el alto nivel de endeudamiento que tenemos en nuestro país.
Lo que son las paradojas. Cuando los tipos de interés estaban subiendo y empezaba a ser interesante ahorrar, el ahorro de las familias españolas estaban bajo mínimos. En cambio que ahora los tipos están muy bajos, el ahorro está alto. Esto demuestra que en parte los movimientos de tipos más que provocar un efecto trasvase ahorro-gasto lo que hacen es crear un clima más enfocado a solucionar problemas de crédito, pero no logran controlar el movimiento del dinero.
Esperemos que al menos esta crisis que estamos sufriendo haga que logremos tener una economía más sostenible gracias a este incremento del ahorro.